Los edificios de viviendas suspenden en accesibilidad universal
Sólo un 0,6 por ciento de los edificios de viviendas de Castilla y León cumplen los criterios de accesibilidad universal para personas con movilidad reducida o discapacidad, a pesar de que en diciembre de 2017 finalizó el plazo para que las comunidades de propietarios cumpliesen con los requisitos de accesibilidad universal.
Los Reyes conmemoran en Valladolid la capitulación con Magallanes
La mayoría de los castellano y leoneses no está seguro de cómo se toma la temperatura
Así lo recoge el estudio “La accesibilidad en las viviendas de España” elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios en colaboración con la Cátedra UNESCO de Vivienda de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, para conocer el estado actual de la accesibilidad en las diferentes zonas del edificio: desde su acceso desde la calle hasta el interior de la vivienda.
En Castilla y León existen 895.304 edificios destinados a viviendas, de los que un 54 por ciento no son accesibles de la calle al portal porque, para empezar, existen escaleras en este punto.
Además, solo el 27 por ciento de las fincas tienen rampa, que en algunos casos no es plenamente funcional.
La investigación, realizada entre más de 2.000 viviendas, desvela que el 13% de los edificios no poseen portero automático y, de los que lo tienen, el 67% no es accesible para una persona en silla de ruedas. Asimismo, de las viviendas que tienen telefonillo, únicamente un 28 por ciento es videoportero, dando un escaso 7 por ciento de accesibilidad universal en este punto.
“Se han evidenciado importantes carencias que impiden alcanzar una sociedad más igualitaria y justa en cuanto al acceso físico a la vivienda se refiere” ha señalado en un comunicado el presidente de la Fundación Mutua de Propietarios, Miquel Perdiguer Andrés.
En este punto, el informe señala que el 70 por ciento de los encuestados desconocen la norma (art. 10.1 Ley de Propiedad Horizontal) que permite a los propietarios mayores de 70 años o con discapacidad forzar adaptaciones de accesibilidad universal hasta un determinado importe, sin la necesidad del consentimiento de la comunidad de propietarios.
En este punto, Sergio Nasarre, de la Cátedra UNESCO de Vivienda de la URV, ha apuntado “que la realización de las oportunas reformas es responsabilidad y deben ser asumidas por la comunidad de propietarios si se refieren a elementos comunes del edificio, siempre que lo solicite un propietario en cuya vivienda o local vivan, trabajen o presten servicios voluntarios, personas con discapacidad o mayores de 70 años, siempre que sean razonables y que el gasto no supere las doce mensualidades ordinarias de gastos comunes, dado que hoy por hoy todos los edificios deberían ya cumplir con las condiciones básicas de accesibilidad”.
No obstante, Nasarre ha señalado que “el problema es un parque de viviendas envejecido y cómo ha afectado la crisis a la solvencia económica de las comunidades de propietarios que en su mayoría arrastran problemas de morosidad”, e incide en que “son necesarias más ayudas públicas para aumentar la accesibilidad de las comunidades”.
Continuando por este recorrido de la vivienda, alrededor del 26 por ciento de los encuestados encuentra dificultades en abrir el portal de acceso al edificio debido a su peso o por dificultades en utilizar la cerradura.
Asimismo, un 43 por ciento ha indicado que la puerta no se sujeta sola o se cierra demasiado rápido. Por este motivo, la accesibilidad de la puerta de entrada al edificio desciende al 41%.
La investigación, que se ha dado hoy a conocer en la presentación de la Fundación Mutua de Propietarios creada para mejorar la accesibilidad a la vivienda y su entorno, señala que un 23% de los edificios aragoneses carece de ascensor, importante indicador de falta de accesibilidad universal.
Además, en los que sí hay, el anuncio sonoro solo está incorporado en un 43% de los ascensores, mientras que los botones en braille sí se encentran en el 75% de los casos.
En definitiva, solo el 20 por ciento de los ascensores de Castilla y León son universalmente accesibles. En cuanto a los buzones, en un 62% de los casos no puede accederse a ellos desde una silla de ruedas.
Garaje y zonas comunes
El estudio de la Fundación Mutua de Propietarios analiza también el grado de accesibilidad de las zonas comunes, desvelando que únicamente el 21 por ciento de los garajes castellano leoneses son plenamente accesibles y que un 49% de los entrevistados considera que las plazas de aparcamiento no son adecuadas para una persona con movilidad reducida.
Además, las personas con necesidades especiales de accesibilidad no pueden tampoco disfrutar plenamente de áreas como la piscina o los jardines, dado que solo se consideran accesibles el 59 por ciento de las zonas comunes de los edificios de Castilla y León.
¿Pero cuál es el motivo por el que no se llevan a cabos las reformas exigidas? La investigación señala que, aunque un 32 por ciento de los castellano leoneses cree que deberían hacerse mejoras de accesibilidad en su edificio, el desconocimiento legal y los motivos económicos impiden su materialización.
La Fundación Mutua de Propietarios es una institución no lucrativa creada por la aseguradora Mutua de Propietarios con la misión de mejorar la accesibilidad de las personas con movilidad reducida, a la vivienda y a su entorno.