Los autónomos ven perjudicial subir el SMI en 2020
El 69,1 por ciento de los autónomos, dos de cada tres, creen que su negocio se verá perjudicado si se aprueba otra subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en 2020, según se desprende del Barómetro ATA del Trabajo Autónomo realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
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De este total, un 22,3 por ciento afirma que les afectará bastante, casi un 32 por ciento que lo sufrirán "mucho" y un 15 por ciento piensa que le afectará "algo".
Por el contrario, casi un 17,3 por ciento considera que no verá ningún cambio en su negocio.
En esta línea, casi el 65 por ciento de los trabajadores por cuenta propia encuestados no están a favor de aumentar el salario mínimo este año, frente al 19 por ciento que sí se muestra a favor.
El presidente de ATA, Lorenzo Amor, ha explicado que la subida del SMI no es un problema exclusivamente para los empresarios, sino que también lo es para familias, trabajadores y pensionistas, porque tienen personal contratado en sus casas.
"Si mañana subimos el SMI a 1.200 euros, que son 1.400 euros al mes con el coste que tiene de Seguridad Social, el régimen de hogar serían 1.700 euros, ¿qué familia trabajadora puede mantener a 8 horas a alguien en su casa?", ha preguntado en voz alta Amor.
Asimismo, ha puesto de relieve que si se sube el SMI a 1.200 euros, va a haber un aumento de la economía sumergida y ha resaltado que "no es lo mismo subir el salario mínimo en Madrid o Navarra que en Lepe o Torremocha".
Así, Amor ha pedido al Gobierno que en estos ámbitos escuche al empresario, que es el que paga las nóminas y es el que toma la decisión de si sigue con el empleo, o no sigue, y de si puede pagarlo, o no.
También ha asegurado que le gustaría que cada vez que se sube el SMI la Administración Pública adaptara también la subida a las empresas que tienen contratadas, ya que ahora mismo no lo hace y "esto es un problema".
Economía a un ritmo descendente
Por otro lado, casi el 86 por ciento de los autónomos encuestados creen que la economía seguirá a un ritmo descendente, frente a casi el 7,4 porciento que piensa que no.
Preguntados por cómo va la actividad de su propio negocio, casi la mitad considera que va peor que en años anteriores, aunque el 38 por ciento asegura que va igual que en otros años y solo un 13 por ciento afirma que su negocio va mejor.
Entre los que aseguran que su negocio ha empeorado, el 81,2 por ciento señala que la causa principal ha sido la disminución del volumen del negocio, aunque también les repercute negativamente los impagos procedentes de clientes o la falta de acceso al crédito.
De cara a este año, el 40,2 por ciento considera que seguirá igual que su negocio seguirá igual y un 11,4 por ciento espera que mejore.
No obstante, casi el 43 por cineto cree que su situación empeorará a lo largo de 2020.
Sobre contratación, el 48 por ciento de los trabajadores por cuenta propia asegura que no despedirá a nadie este año, mientras que casi un 33% afirma que posiblemente si tendrá que hacerlo.
El 80% no prevé contrataciones
En esta línea, el 80 por ciento de los autónomos ha afirmado que no prevé contratar a nadie a lo largo de este año, mientras que tan solo pretenden hacerlo el 11,6 por ciento.
Amor ha puesto de relieve que habitualmente los autónomos en el barómetro de ATA de otros años contestaban que pretendían contratar en un 28 por ciento o 33 por ciento, frente al 11 por ciento de este año.
"Se nota el nivel de confianza en los autónomos", ha resaltado Amor, tras asegurar que todo dependerá de "la estabilidad, moderación y de la posibilidad de genera confianza para que si la economía marcha los autónomos evidentemente contratarán como han venido haciendo siempre".
Los principales causas por las que los autónomos no tienen perspectivas de sumar nuevos trabajadores a sus empresas son los problemas económicos por las que atraviesa su negocio.
La lacra de la morosidad sigue siendo un problema para el 40 por ciento de los autónomos que afirman padecerla. De estos, el 20 por ciento ha afirmado que tarda más de seis meses en cobrar los trabajos realizados.
Por otro lado, sobre la adecuación de la base de cotización a los ingresos reales, el 45,2 por ciento se muestran favorables, frente a un 43,8 por ciento que no.
