Las cárceles de Castilla y León se vacían
Debido a las modificaciones legales y la agilización de los procesos de extradicción
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Castilla y León ha sido la comunidad autónoma que más ha visto reducirse su población reclusa desde el año 2009, fecha en la que en España se alcanzó la cifra récord de reclusos con más de 76.000 internos en los 98 centros penitenciarios repartidos por toda la geografía nacional.
Las modificaciones legales y la agilización de los procesos de extradicción han traido aparejada un descenso que, en el caso de Castilla y León, ha sido del 38,16 por ciento, al pasar de 7.021 a los 4.342 con los que se ha cerrado 2015, mientras que en el conjunto de España fue del 19 por ciento, ya que de 76.079 se ha bajado a 61.614, según fuentes de Acaip, el sindicato mayoritario entre los funcionarios de prisiones.
La principal razón de este descenso hay que buscarla en la reformas del Código Penal introducidas en 2010 y que han provocado una reducción de las condenas contra los pequeños narcotraficantes, ya que el límite máximo de prisión de la mayoría de los casos ha pasado de nueve a seis años, lo que ha supueto la revisión de numerosas penas y la consiguiente salida de muchos internos.
Además, el nuevo Código Penal ha introducido la posibilidad de sustituir la prisión por la expulsión del territorio nacional, lo que también ha contribuido a reducir la población reclusa de las prisiones, unido a la agilización de los procesos de extradicción.
Al mismo tiempo, también en 2010 se modificó la Ley de Seguridad Vial que permite desde esta fecha a los jueces rebajar las penas de prisión en función de la gravedad del caso, así como castigar con multas o trabajos en beneficio de la comunidad en lugar de cárcel.
Estas modificaciones han provocado que dos de cada tres presos que han abandonado el sistema penitenciario fueran extranjeros. Desde el año 2009, los presos extranjeros han bajado de 27.162 a 17.870, un 34,21 por ciento, mientras que los nacionales ha caído desde 48.917 a 43.750, un 10,5 por ciento
Después de Castilla y León, en Ceuta ha sido donde porcentualmente se ha registrado una mayor caída de presos con un 36,9 por ciento (-111), seguida de Galicia con un retroceso del 28,9 por ciento (-1.420).
En términos absolutos Andalucía ha sido la comunidad donde la reducción ha sido más acusada con 3.136 presos menos, cifra que representa el 21,6 por ciento del total de bajas, seguida de Castilla y León con 2.679 internos menos, el 18,5 por ciento de la pérdida total.
Cárceles
Por cárceles, la mayor caída, tanto porcentual como absoluta se registra en Topas (Salamanca), que en este periodo ha pasado de 1.690 internos a 795, lo que ha supuesto una caída del 52,9 por ciento (-895).
En las otras dos prisiones tipos de la Comunidad, Mansilla de las Mulas (León), y Dueñas (Palencia), los descenso también han sido acusados. En la prisión leonesa ha sido del 42,4 por ciento (de 1.691 a 973) y en la palentina del 36,3 por ciento (de 1.584 a 1.009).
En el resto de centros penitenciarios las caídas han variado entre el 12,8 por ciento de Valladolid, que ha cerrado 2015 con 476 reclusos, y Ávila, con un 49,2 por ciento, al pasar de 205 a 104.
En Burgos el retroceso ha sido del 21,5 por ciento, hasta los 565 presos, en Segovia del 28,8 por ciento (395) y en Soria del 20,5 por ciento (147).