El Toro de la Peña sustituye al Toro de la Vega en Tordesillas
Por primera vez no habrá lidia ni fuera ni dentro de la plaza de toros
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El desencierro del denominado Toro de la Peña sustituirá en septiembre al polémico Toro de la Vega en las fiestas de la Virgen de la Peña en Tordesillas. Por primera vez este año no habrá lidia ni fuera ni dentro de la plaza de toros, según el pacto alcanzado por los grupos municipales en la Comisión de Toros del Ayuntamiento esta misma semana y que se dará la conocer el próximo 15 de agosto en el tradicional acto de las portadas.
Este año, sobre las 23:00 horas de la noche del lunes 12 de septiembre, se soltará al Toro de la Peña desde los corrales del prado de Zapardiel acompañados por caballistas que lo guiarán hasta el puente del municipio junto a los cabestros y hasta la plaza de toros.
Al día siguiente, el martes 13 de septiembre, se compaginará un toro de cajón que recorrerá las calles de la localidad desde San Antolín hasta el puente donde permanecerá el morlaco hasta su desencierro de nuevo por la dehesa.
La novedad es el tramo de campo, que aunque antiguamente sí se hacía, se dejó de realizar los últimos años porque si no el toro llegaba muy cansado para el gran día del Toro de la Vega.
También este año, la comisión ha decidido sustituir las corridas de toros (novilladas) y los rejones (a caballo) por festejos populares donde no habrá lidia de toros.
Hasta el año pasado, el Toro de la Vega se celebraba el martes de las fiestas tordesillanas, a mediados de septiembre.
El evento taurino comenzaba con el sonido de una 'bomba' que iniciaba la suelta del astado. El novillo recorría el pueblo hasta llegan a unos límites establecidos donde podía ser alanceado por los participantes.
La segunda 'bomba' anunciaba la muerte del toro, aunque en algunas ocasiones ha sido indultado.
La presión popular y los conflictos entre taurinos y antitaurinos a los largo de los últimos años provocó la decisión de la Junta y marca un hecho histórico al no celebrarse este año, ya que se trata de una tradición ancestral y el único límite que tuvo en la historia fue que de 1966 a 1969 el torneo se convirtió en un encierro sin alanceamiento del morlaco.
