Campaña para advertir de sumisión química
UGT ha puesto en marcha una campaña para advertir frente a la sumisión química con motivo de la celebración de las festividades locales en varios municipios.
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Estos días, varias localidades de Castilla y León están celebrando o celebrarán sus fiestas locales. Ciudades como Valladolid, Salamanca, Palencia Ponferrada, Aranda de Duero o Béjar animan a su población a participar de las celebraciones relacionadas tras las restricciones padecidas en las mismas fechas en años anteriores como consecuencia de la pandemia.
Sin embargo, una nueva modalidad de violencia machista ha entrado en escena en los espacios de ocio nocturno en los últimos tiempos.
Se trata de los procesos de sumisión química que, a menudo, se están produciendo a través de los pinchazos aprovechando las aglomeraciones en eventos o en los locales de ocio nocturno.
Se trata de la administración de sustancias químicas, sin consentimiento y sin conocimiento por parte de la víctima, con fines delictivos.
De hecho, estos delitos han aumentado en Castilla y León un 61 por ciento en el primer trimestre de 2022 respecto al mismo periodo de 2021 pasando de 96 a 155, según el último Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior.
En el mismo ámbito, el Instituto Nacional de Toxicología señala que una de cada tres violaciones es llevada a cabo bajo sumisión química.
Además, el 33 por ciento de las víctimas de agresión sexual dieron positivo en drogas, alcohol, ansiolíticos o fármacos sedantes a lo largo de los últimos cinco años.
No obstante, es importante señalar, en palabras de Victoria Zumalacárregui, secretaria de igualdad de UGT en Castilla y León, que “las mujeres denunciamos más, hemos perdido el miedo, hay una mayor disposición de las víctimas, especialmente jóvenes, a denunciar estos delitos y a poner sus casos en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, reduciendo los niveles de infradenuncia que pueden existir en estos tipos delictivos y/o penales”.
Además, la tasa de esclarecimiento, es decir, el porcentaje de casos en los que los autores de delitos de violencia sexual son localizados y detenidos, se sitúa en torno al 80%.
Cabe destacar que, aunque estos actos no son “tan nuevos”, tal y como han explicado desde UGT, pero, en ellos últimos meses, hay una tendencia a que la sumisión química se efectúe a través de pinchazos, lo que aporta un plus de riesgo. Es más, la facilidad de su comisión y la impunidad con la que se comete el delito está favoreciendo su extensión y multiplicación en el ocio nocturno, fiestas y aglomeraciones multitudinarias de jóvenes, desde el inicio del verano.
Por eso, desde UGT Castilla y León se han sumado a la lucha contra las violencias machistas, poniendo a disposición de la población “cuantos instrumentos sindicales sean necesarios” y centralizando sus esfuerzos en lanzar una campaña de concienciación a través de RRSS orientada al sector poblacional más joven con mensajes dirigidos a los agresores en primer lugar, a las agredidas a continuación y a los acompañantes para implicar al conjunto de la sociedad en esta problemática.
En este sentido, los contenidos se centran principalmente en prevenir e informar y en saber cómo reaccionar si se producen los hechos o somos testigos del delito.
Comunicado de Prensa
Según Zumalacárregui, con esta campaña quieren procurar “un efecto multiplicador en chicos, que se identifiquen con los acompañantes que pueden ayudar si detectan u observan violencia contra las mujeres. Y, si se trata de agresores, que conozcan las consecuencias de sus actos porque la Sumisión ≠ Diversión = Delito, que es el lema que se ha utilizado para lanzar un mensaje rotundo a todas las partes implicadas”.
La secretaria de igualdad también ha recordado que la sumisión química se considera un agravante que podría elevar hasta los 15 años la pena de prisión.
Sustancias y síntomas
En cuanto a las sustancias que se aplican habitualmente son benzodiazepinas (con efectos sedantes, hipnóticos y amnésicos), GHB (una sustancia que en exceso puede provocar pérdida de consciencia) y ketamina, un anestésico que produce una gran somnolencia y que desaparece rápidamente de la sangre.
Los síntomas dependen de cuál es la sustancia inyectada, así como de la cantidad aplicada y de cómo cada persona reacciona.
El mareo, el adormecimiento de las extremidades, la pérdida de visión e incluso de la capacidad de habla, así como una profunda sensación de cansancio, son los más habituales.
Por eso, desde UGT Castilla y León han estimado “imprescindible la colaboración ciudadana para actuar con rapidez y rotundidad y la implicación de las diversas autoridades e instituciones implicadas (sanitaria, policial y judicial) con el fin de actuar con la mayor eficacia posible aplicando los protocolos pertinentes”.
