La tarea "extraordinaria" de los rastreadores de la Covid

El director médico de Atención Primaria de Soria, Javier Iglesias, ha resaltado este sábado el trabajo callado y concienzudo del equipo de rastreadores de la Covid en la provincia y que ha permitido tejer este verano una tela de araña, con más de 900 contactos.

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Iglesias ha explicado el funcionamiento del equipo de rastreadores de la COVID 19 en la provincia, cuyo trabajo ha sido calificado esta semana como "extraordinario" por la consejera de Sanidad, Verónica Casado.
El seguimiento epidemiológico de la pandemia empezó el 11 de mayo con 17 profesionales en Sorira y ahora hay 23 personas a tiempo completo y en algún momento del día hasta 43.
Iglesias, que ha agradecido el reconocimiento público de la consejera de Sanidad a la tarea del equipo de rastreadores en Soria, ha asegurado que la mecánica de trabajo es sencilla y complicada a la vez, "porque cuando en un centro de salud se detecta un posible caso, al paciente se le pone en contacto con el rastreador del centro y le hacen una PCR y le dan todas las pautas de aislamiento y control de síntomas".
Además le interrogan sobre los contactos directos, que han estado con él dos días antes, tienen que ser avisados para si su prueba resulta positiva, tendrá que realizarse también una PCR.
"Hay que convencer a la gente de que haga la cuarentena; cuando uno es asintomático cuesta más, y hay que hacer un seguimiento de que las personas se encuentran bien de salud, que es lo fundamental, con llamadas telefónicas periódicas, y se hace una PCR a los casos y un seguimiento durante 10 a 14 días, en función de la evolución", ha explicado.
A los contactos se les realizan dos PCR: una el primer día y otra al décimo día.
"El trabajo parece sencillo pero es como una tela de araña que se va extendiendo y tenemos, en lo que va del mes de agosto, más de 900 contactos", ha concretado.
Iglesias ha resaltado que el equipo de rastreadores está realizando esta labor con toda la profesionalidad posible.
"Trabajan muchísimas horas y con un celo envidiable. Y están consiguiendo a fecha de hoy acotar los contactos y que el virus tenga una extensión lenta, además acompañado de síntomas leves la mayoría de las veces", ha recalcado.
Más de la mitad de los casos nuevos eran contactos, o en otras palabras, personas que estaban en cuarentena y ya no contagiaban.
Iglesias ha señalado que actualmente se sigue la evolución de la pandemia en la provincia con tensión pero sin que la situación llegue a ser mala, aunque sigue preocupando que los casos aumenten.
La labor ha permitido detectar casos de personas que han pasado unos días de vacaciones en la provincia y ya han regresado a sus habituales domicilios en otras ciudades.
La provincia ha triplicado este verano su habitual población -ha pasado de poco menos de 90.000 a más de 230.000 habitantes-, un dato que ha dificultado el seguimiento de los rastreadores.
"Si vieran un informe de alguna de nuestras rastreadoras, una novela de Sherlock Holmes. se queda pequeña. Rastreo, seguimiento, investigación...", ha comparado.
A algunas personas que han dado positivo ha sido necesario ponerla en contacto con Servicios Sociales para que, durante la cuarentena, les lleven la comida a su casa, porque no tienen nadie que lo haga.
Iglesias ha señalado que la labor callada de los rastreadores no se nota en la calle pero se refleja en la extensión más lenta del virus en la provincia, en una época donde la sociedad es más propicia a los contactos.
Además ha apuntado que la mayoría de las personas a las que les pide hacer cuarentena, respeta la medida, como sucede con el uso de la mascarilla en la calle.
No obstante ha habido algún caso en el que no ha respetado la cuarentena, por lo que el servicio territorial de Sanidad se ha puesto en contacto con el juzgado para iniciar un expediente administrativo sancionador y una obligación judicial para estar en cuarentena.
Iglesias ha instado a seguir las nuevas indicaciones de la Junta para frenar la expansión del coronavirus Covid 19, entre ellas tener cuidado con las reuniones, usar mascarillas, respetar la distancia social y la higiene de manos.
"Si nos juntamos siempre con el mismo grupo de gente, en el caso de que alguno contrajeramos el virus, nos contagiaremos siempre el mismo grupo y no se va a extender. Y es más fácil acotarlo en la labor de rastreo", ha aconsejado.
Iglesias ha señalado que ésta es la mejor medida para evitar que Soria entre en transmisión comunitaria y ha reconocido que el otoño, con la llegada de la gripe, complicará más la tarea a los rastreadores.
En este sentido ha asegurado que están trabajando en realizar un mayor seguimiento a los enfermos crónicos para intentar que no se descompensen y valorando la aplicación de unos tests rápidos para diferenciar con alta fiabilidad si la infección es bacteriana o vírica.
Iglesias ha reconocido que los servicios de Atención Primaria están afrontando un verano complicado, por tres razones: hay más gente que otros veranos en la provincia, se siguen con problema crónico de sustituciones de médicos y se ha cambiado manera de actuar, con la cita telefónica.
"La gente que viene de fuera ese sistema no lo conoce y acaba acudiendo a Urgencias", ha apuntado.
Iglesias ha confirmado que este verano el Covid está afectando más a personas jóvenes, un colectivo al que ha pedido que respete las normas para evitar la propagación del virus, aunque ha señalado que hay que convivir con él, "porque no podemos estar toda la vida confinados".
El segundo estudio de seroprevalencia se realizará a finales de año y, por intuición y algunos datos parciales del rastreo, Iglesias ha avanzado que probablemente Soria subirá su inmunidad en torno al 20 por ciento.
Iglesias ha subrayado que sólo hay diez pacientes hospitalizados, y que están evolucionando bien, y que las residencias de mayores, foco de preocupación y contagios durante el estado de alarma, no tienen ningún caso.