El presidente de la CEOE en Castilla y León, Santiago Aparicio, ha reclamado hoy ayudas para el sector de ventas de automoción, cuya recuperación ha estimado que está ligada a la vacunación y al menor impacto de la pandemia, aunque también a la renta familiar disponible y a mayor certidumbre por parte del Gobierno.
Aparicio ha asegurado en rueda de prensa que los efectos de la pandemia, con concesionarios obligados a cerrar durante mucho tiempo, se han sumado a la incertidumbre desde hace dos años sobre el futuro de los motores de explosión, además de la subida del impuesto de matriculación y el “inoportuno final del Plan Renove”.
En este sentido, el presidente de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos, Miguel Ángel Benavente, ha insistido en que “las administraciones se tienen que mover para salvar al sector”
Ha precisado que tanto la Junta de Castilla y León como los gobiernos locales y el estatal deberían ayudar a los concesionarios de automoción generando confianza y mejorando las infraestructuras necesarias si lo que quieren es apostar por el vehículo eléctrico.
Benavente ha lamentado también que “por lo que parece” Castilla y León no va a ser una comunidad especialmente por los fondos europeos para movilidad, que se destinarán a Cataluña y al País Vasco en mayor medida.
El presidente de la Asociación de Concesionarios de Automoción de Burgos, Carlos Arce, ha afirmado que la caída de la venta de automóviles en Castilla y León ha sido en 2020 de un 25 por ciento y ha adelantado que la previsión del sector es seguir cayendo en ventas al menos en el primer semestre de este año, para iniciar después una recuperación lenta que no se consolidaría hasta 2022.
“Con esos niveles de caída de ventas la consecuencia será seguramente la reducción de empleos”, ha avanzado.
Por último, ha insistido en la importancia de los concesionarios de automóviles para la economía y el empleo.
