CARTA AL DIRECTOR/ Un servicio de terraza mejorable

CARTA AL DIRECTOR/ Un servicio de terraza mejorable

Leí en julio en un periódico español: “La alegría por la reapertura de los bares y restaurantes, tras más de dos meses de cierre por el Covid, ha dado paso al temor ante una posible clausura en otoño si no cambian las circunstancias actuales” Parece que no es el caso del dueño del bar-restaurante El Alto de la Dehesa en Soria y que su negocio va viento en popa.

El sábado 8 de agosto por la noche se negó a servir a 17 personas (yo incluida). Teníamos una reserva en terraza “cubierta” por si había riesgo de tormenta y sin especificar menú. Dicha reserva había sido confirmada por el responsable, sin ningún tipo de pega ni comentario.

Tantas eran las ganas que tenía el dueño de ganarse 300 euros aquella noche en la que se levantó una pequeña tormenta acompañada de lluvia, que había montado la mesa en la terraza no cubierta alegando que la terraza con toldo de la que dispone su establecimiento solo era para proteger del sol y que no le gustaba que no hubiéramos apalabrado un menú.

No quiso meternos en el comedor dentro del establecimiento y nos sugirió (de malas maneras) que nos fuéramos porque el riesgo de lluvia era cada vez más grande.

Y sí, tuvimos que irnos, mordiéndonos la lengua y estupefactos por el pésimo trato recibido.

Los hosteleros consultados en el artículo que leí aseguraban que iban trabajar con determinación para salvar la situación este verano. Así que sin perder la esperanza hicimos una llamada al restaurante El Templo. En unos minutos nos montaron una mesa para 17 personas siguiendo las medidas Covid y sin perder de vista la comodidad y el detalle. Aunque El Templo no está situado en un lugar tan idílico como el restaurante de El Alto de la Dehesa, tiene todo lo que a ese restaurante le falta: comedor acogedor, personal respetuoso, amable, profesional y una atención y comida excelentes.

De vacaciones en mi ciudad natal mostré mi solidaridad con la hostelería soriana. Tengo en en una red social una foto de perfil que fue sacada en el bar-restaurante de El Alto de la Dehesa mientras disfrutaba de una copa antes del 8 de agosto. El servicio y la atención no fueron magníficos pero aun así decidí volver. Pero como se puede suponer después de lo narrado, la arrogancia, la falta de respeto,  profesionalidad y empatía con el cliente del dueño del restaurante de el Alto de la Dehesa, tengo muy claro el consejo que voy a dar a familiares, amigos, conocidos y en las diversas redes sociales: 

"Los rebrotes del Covid están siendo una puñalada mortal para la hostelería pero... ¡Cuidado! En el bar -restaurante El Alto de la Dehesa, dan una puñalada mortal a los clientes.¡Ni te acerques! "

Fdo: María Ángeles Gómez López