Un menhir enriquece la colección del Museo Numantino
Procede del yacimiento de La Mina, en Alcubilla de las Peñas
"En otoño, setas" gana el II Concurso Internacional de Fotografía "Fray Tomás de Berlanga"
Convocada la tercera edición del concurso ”Carta a un militar español”
El Museo Numantino ha enriquecido su exposición permanente con la incorporación de un menhir procedente del yacimiento de La Mina, en Alcubilla de las Peñas, lo que permitirá a los visitantes conocer una singular y excepcional muestra de la cultura neolítica.
El equipo del profesor Manuel Rojo recuperó en el año 2008 los restos de un monumento neolítico datado en el 3.500 antes de Cristo, según ha informado hoy en un comunicado la delegación territorial de la Junta en Soria.
La pieza es un monolito (menhir) de unas dimensiones aproximadas de 2,4 metros de altura y una sección máxima de 73 por 55 centímetros, fraccionado en cuatro fragmentos.
El monolito es de carácter antropomorfo, con tallado en uno de sus extremos en forma redondeada y con grabados de temas geométricos, en ocasiones en bajorrelieve, en el resto del cuerpo.
El menhir fue tallado en piedra arenisca de la zona y se encontraba cubierto en parte de líquenes y hongos, especialmente anclados en las zonas que quedaron en superficie.
DECORACIÓN
En opinión de la investigadora Primitiva Bueno, "el menhir de La Mina es el único detectado en la meseta norte asociado a un monumento megalítico, a lo que se añade el interés de disponer de documentación científica, por lo que el contexto para el menhir es de los mejores que se conocen en la fachada atlántica, siendo además el único en el que se han documentado decoraciones bien relacionadas con los sistemas clásicos del arte megalítico de la fachada europea occidental".
Todas estas consideraciones motivaron los trabajos de limpieza y consolidación con el fin de incorporarla a la exposición permanente del Museo Numantino.
Para su exposición, el Museo Numantino ha optado por la inclusión de la pieza en una peana de madera, visible por los cuatro lados, para que pueda mostrar las huellas de su utilización y reutilización en distintos momentos.
Sus dimensiones, así como los más de 3.100 kilogramos de peso, han supuesto también un condicionante para su montaje, teniendo en cuenta la correcta orientación del monolito y las necesarias condiciones de seguridad en la instalación.
