Un estudio de Campus destaca capacidad exportadora de empresas sorianas
El volumen de las exportaciones de las empresas sorianas alcanza anualmente una media de 565 millones de euros, superando algunos años a otras provincias de Castilla y León, como Segovia, Zamora o Ávila, con una balanza comercial positiva de 158 millones de euros.
Al menos dos meses esperando arreglo de pasarela junto al Duero, en Soria
Cruz Roja Soria apela a solidaridad de sociedad para ayudar a afectados por DANA
Datos qué unidos a la experiencia de las compañías, reflejan el potencial exportador de la provincia, según recoge el estudiante de ADE y Relaciones Laborales del Campus de Soria, Adrián Gil, en su Trabajo Fin de Grado (TFG) “Análisis de las exportaciones del tejido empresarial en la provincia de Soria”.
Para realizar el estudio, Gil analizó los datos de quince sociedades sorianas en las que las exportaciones tienen un importante peso, de los sectores agroalimentario, farmacéutico, celulosa, logístico y de fabricación de componentes del automóvil.
Y entre las que destacan la proyección de productos como el `Torrezno de Soria´ o los vinos.
Después realizó un análisis DAFO para detectar las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades del sector.
Así, señala como principales puntos débiles la dificultad de encontrar personal cualificado para cubrir algunos puestos de trabajo y la falta de infraestructuras, limitada exclusivamente al transporte por carretera.
En cuanto a las amenazas, apunta, sobre todo, al envejecimiento de la población soriana y a la pérdida de activos jóvenes.
La cara B de esta última, sería la baja tasa de paro de la provincia, que se presenta como una fortaleza junto a la experiencia de las empresas.
Por último, la situación estratégica de Soria, próxima a Navarra, Zaragoza y Valladolid, puede verse como una oportunidad, especialmente, como fabricantes de componentes para las fábricas de coches.
Tras examinar todos estos datos, el diagnóstico de Adrián Gil sobre el estado y las posibilidades de exportación de las empresas sorianas es muy positivo.
Además, las ayudas al sector, la presencia en ferias internacionales y en Internet de las empresas sorianas, pueden ayudar a incrementar la salida al exterior de sus productos.
Del exterior al producto local
Otra de las vías que han encontrado las empresas sorianas para seguir incrementando su facturación, especialmente las del sector agroalimentario, es el desarrollo del producto local, entendiendo por aquél que es cultivado, producido o fabricado en la región, y que se comercializa y consume dentro de la misma.
Productos que el consumidor aprecia especialmente por tener un sabor más intenso, y por su calidad, pero a los que también atribuye otros valores positivos como la sostenibilidad o la identidad y el orgullo de pertenencia al territorio.
Desarrollo rural sostenible
Además, hoy en día, tal y como recoge la estudiante Sara Esteban, de la Facultad de Ciencias Empresariales y del Trabajo del Campus de la UVa en Soria, en su TFG sobre el “Producto local y el desarrollo rural sostenible”, factores como “un marco institucional adecuado, una imagen de marca sólida y certificaciones de calidad, son esenciales para atraer a los consumidores al producto local”.
La estudiante centró su estudio en la comarca de Tierras Sorianas del Cid, donde analizó, por un lado, la oferta de productos locales y las dificultades que encontraban las empresas para comercializarlos, y por otro, las características de los consumidores que los demandan.
Así detectó que la mayoría de las empresas tenían un fuerte vínculo con el territorio y gozaban de cierta estabilidad, aunque apuntaba su poca visibilidad, ya que la mayoría no está en Internet, como posible debilidad.
En cuanto a los consumidores, la mayoría mujeres de más de 46 años, destacó la “alta sensibilidad” por el consumo de productos locales, preocupados por tener una alimentación más sana, y también, por reducir la huella de carbono y hacer más sostenibles sus hábitos de consumo.
Una tendencia de consumo que puede impulsar “la producción local y contribuir a la creación de una economía circular en las comunidades rurales”, tal y como concluye Esteban en su estudio.
