TRIBUNA / Por una sanidad pública de calidad ¡Ya!

TRIBUNA / Por una sanidad pública de calidad ¡Ya!

Como ya sabrá, seguimos inmersos en la mayor crisis sanitaria que los ciudadanos hemos conocido en el último siglo. Una situación que ha llevado a la administración sanitaria a un extremo de exigencia desconocido hasta ahora.
Además esta crisis ha azotado de forma especialmente dramática a la provincia de Soria. Afortunadamente, parece que la campaña de vacunación, y el gran trabajo y dedicación de los profesionales sanitarios, están evitando que UCIs y plantas de hospitales estén sufriendo la situación vivida el año pasado, y se comience a ver una pequeña luz al final del túnel.
Con todo, la situación de la sanidad pública en Castilla y León en general, y en la provincia de Soria en particular, está viviendo uno de los peores momentos que se conoce en los últimos años. A los recortes sufridos con la excusa de las consecuencias de la crisis de 2008, se suma una pandemia mundial, y una gestión de los recursos sanitarios por parte de la Junta de Castilla y León que dejan a los ciudadanos en una situación precaria en cuanto a asistencia sanitaria se refiere.
Los sorianos estamos sufriendo una falta constante de especialistas, como oncólogos, radiólogos o cardiólogos, por citar algunos, que hace mella en nuestra salud, y dificulta el buen hacer de los profesionales médicos. Esta falta de especialistas obliga a los sorianos a tener que desplazarse a otras provincias de Castilla y León, incluso a otras comunidades o centros médicos privados, para recibir el tratamiento necesario. Una vez más, ser pocos sí nos resta derechos.
Las listas de espera no paran de crecer, y son muy superiores a la media de la comunidad. En la provincia de Soria, el tiempo medio de espera para primeras consultas es de 231 días. En Castilla y León, el tiempo medio de espera se reduce a 71 días. También en la demora en técnicas diagnósticas Soria obtiene una media superior al resto de la comunidad (110 días de media en Soria, frente a 74 en Castilla y León). La falta de recursos humanos satura a los servicios médicos, tanto de Atención Primaria y de especialistas, impidiendo a sus profesionales ofrecer el servicio de calidad que desearían.
En este aspecto, estamos realizando un cuestionario online para conocer la realidad en los retrasos de las listas de espera contados en primera persona. Nos están llegando testimonios de demoras que acumulan más de 500 días, algo con lo que estará de acuerdo con nosotros que es vergonzoso e injustificable.
La falta de profesionales sanitarios en determinadas zonas básicas de salud es una constante mientras se habla desde la Junta de Castilla y León y responsables políticos de sobredimensión de la sanidad en Soria. Dos ejemplos aplicables a toda la provincia: la ausencia significativa de pediatras en la zona de Ágreda-Ólvega o que los dos/tres médicos de la ZBS de Berlanga tengan que atender a las
localidades de 14 municipios, con todo lo que ello implica.
Se está viendo una gran inoperatividad del servicio con cita previa ya que, en muchas ocasiones, no hay cobertura telefónica para solicitar dicha cita. Es evidente que la teleasistencia que quiere implantar la Junta de Castilla y León es un sinsentido en una provincia con grandes carencias en telecomunicaciones e infraestructuras, con una población envejecida y sin acceso a las nuevas tecnologías. Un desmantelamiento en toda regla de la sanidad rural en Soria y el resto de la comunidad que empuja a abandonar nuestros pueblos por la falta de un servicio tan esencial como es el médico.
Ejemplo de que esta medida no servirá de nada, son las localidades de Barcones y Muriel de la Fuente, cuyos vecinos han visto mermada la atención médica y carecen de un mínimo de conexión para acceder a su facultativo. Dos buenos ejemplos que se pueden extrapolar a cientos de pueblos de la provincia.
El cierre de los consultorios rurales afectará a más de un 80 por ciento de la población en la provincia de Soria, y será un ataque directo a los derechos esenciales de la población más vulnerable. Una demostración más de que ser pocos sí resta derechos y que la lucha contra la despoblación por parte de la Junta de Castilla y León es mero postureo de cara a la galería.
Incumplimiento de plazos en la instalación de la unidad de radioterapia, prometida en febrero de 2007 y todavía sin actividad, lo que provoca el traslado de pacientes a otras provincias por carreteras bastante peligrosas, en un viaje de horas que supone, en algunos casos, unos minutos de tratamiento. Aún sin plazos, desde la Junta hablan de dos o tres años, cuando llevamos esperando ver cumplido este compromiso desde hace casi 15 años. Los sorianos tendremos que seguir haciendo “turismo sanitario” en busca de salud con el beneplácito de la Junta de Castilla y León.
Seguimos soportando la ausencia de novedades en la Unidad de ictus, que debería estar en marcha a finales de 2019 tras la aprobación de una PNL en noviembre de 2018. Usted anunció públicamente, en abril de este año, que se estaba trabajando en ella. No tenemos más noticias. Cabe recordar que en el año 2020 se registraron en Soria 256 casos de ictus, un 12,3% más que el año anterior (228) y un 7,1% más que en 2018 (239). Esta Unidad es urgente, en un ictus el tiempo es primordial, y se pierde mucho con traslados a otros hospitales.
Al hilo de la Unidad de ictus, queremos destacar el hecho de que en toda la provincia de Soria solo exista una UVI móvil. Una segunda ambulancia medicalizada es una demanda que urgieron hace unas semanas desde el Área de ictus del hospital de Santa Bárbara para paliar la falta de la comprometida Unidad de ictus. Un servicio básico ya que una sola UVI móvil no puede dar servicio en una provincia de la extensión de Soria, 10.306 km2.
Siguiendo con ambulancias, no nos dejamos en el tintero que no haya ninguna novedad sobre la ambulancia para la ZBS de San Pedro Manrique, solicitada por la Mancomunidad de Tierras Altas en el año 2020.
Los retrasos y paralizaciones constantes en las obras del hospital de Santa Bárbara, así como, en la construcción de los nuevos centros de salud de El Burgo de Osma, San Leonardo y el Soria Norte, son síntoma evidente de la ausencia de compromiso con la salud de los sorianos. Llevamos años esperando ver terminados estos proyectos y estamos aburridos de excusas.
No olvidamos la reapertura de la farmacia de Villar del Río que debería estar operativa en unos meses, según afirmó el diputado por Soria Tomás Cabezón el 17 de agosto de 2020 ante los medios de comunicación locales. Ha pasado más de un año sin que haya novedades al respecto, a pesar de ser una demanda de los vecinos de la zona y estar dicha reapertura en manos de la voluntad y compromiso de su administración.
A todo esto sumar que muchas familias sorianas nos han pedido que traslademos a los responsables de la sanidad de Castilla y León en Soria, que es necesario contar con una Unidad de neonatos, ya que carecer de ella supone realizar viajes a Burgos, en ocasiones para consultas de unos pocos minutos, con todo lo que conlleva circular por la N-234 y viajar con bebés de corta edad. Si se busca incentivar la natalidad en la provincia más despoblada de Castilla y León, no se entiende la falta de un servicio esencial para muchos padres y madres sorianos. Su administración lo pone difícil, sin duda, para ser más de 8,6 habitantes por km2.
Vivimos una situación insostenible. Partimos de una carencia crónica de médicos en la provincia, tanto en Atención Primaria como de especialistas en el hospital de Santa Bárbara. Y en lugar de tomar medidas, la Junta de Castilla y León se escuda en mapas que argumentan que la sanidad de la provincia de Soria está sobredimensionada. Alarma imaginar que hay dirigentes que piensan que es lo mismo ser médico en una ZBS de una capital como Valladolid, que serlo en una ZBS de Soria. Asusta que ignoren lo que supone para un profesional médico que trabaja en el medio rural la dispersión geográfica y demográfica de la provincia de Soria, además de la avanzada edad de sus pacientes en la mayoría de los casos.
La sociedad soriana está harta de las excusas que una y otra vez argumentan desde la Consejería de Sanidad, de que no encuentra profesionales para cubrir las plazas vacantes porque no quieren venir a Soria. En diferentes reuniones con usted, hemos propuesto cambios en las políticas de recursos humanos que incentiven a aquellos profesionales que decidan venir a Soria, de manera que se cubran cuanto antes las plazas que están vacantes y frenar su marcha. Además, le hemos propuesto en más de una ocasión la conversión del Santa Bárbara en hospital universitario, algo que sin duda haría del hospital soriano interesante para cualquier profesional.
Por todo lo expuesto, exigimos que el presidente de la Junta de Castilla y León, la consejera de Sanidad y usted como delegada territorial en Soria, den solución a la delicada situación que padece la sanidad pública en Soria y que sufrimos en primera persona los sorianos. Además, los profesionales de la salud no se merecen, tras el enorme esfuerzo realizado desde marzo de 2020, que la Junta no
dote al sistema sanitario de la provincia de Soria de recursos humanos y materiales suficientes para poder ofrecer un servicio digno y de calidad a sus pacientes, porque son incapaces de trabajar con estas carencias constantes. Ese sería el mejor aplauso, dotarlos de medios.
Los sorianos nos sentimos cada día más huérfanos y abandonados por la Junta de Castilla y León, y exigimos no ser tratados como ciudadanos de segunda por ser pocos. Porque, tal y como dice el artículo 43 de la Constitución, tenemos derecho a la protección de la salud, como cualquier ciudadano, sin importar la provincia donde vivamos. Así, el próximo sábado 18 de diciembre hemos convocado a la sociedad soriana a concentrarse a las puertas de sus centros de salud y frente a la Delegación Territorial de la que usted es responsable.
La espera nos mata. Por una sanidad pública de calidad ¡YA!

Fdo: Plataforma Soria ¡YA!