Misa pro beatificación de Madre Clara
Las HH. Clarisas de Soria celebrarán el viernes 14 de febrero una Santa Misa de acción de gracias a Dios por la figura de la Venerable Madre Clara.
El PSOE reclama a Mañueco que venga a Soria con proyectos
Casi 38.000 euros para refugiados políticos en 2019
En la celebración, además, se pedirá por la pronto beatificación de la monja clarisa.
La celebración tendrá lugar el viernes 14 de febrero, en el 118 aniversario de su nacimiento, a las 12:30 horas en la iglesia del monasterio de Santo Domingo y estará presidida por el vicario general de la Diócesis de Osma-Soria, Gabriel Rodríguez Millán.
Más información sobre la Venerable Madre Clara: http://madreclara.es/
El 14 de febrero de 1902 nacía Juana de la Concepción Sánchez García en Torre de Cameros (La Rioja).
Hija de Leopoldo (maestro) y Agustina tuvo 6 hermanos más y con dos años de edad se trasladó junto a su familia al municipio soriano de Rebollar.
Desde niña se le observó una innegable predisposición para la vida religiosa: fueron muchas las veces que, en vez de ir a jugar con otros niños, se le encontraban en actitud contemplativa en el interior de la iglesia del municipio. Su deseo de ser religiosa debió de esperar varios años por el respeto y obediencia a su padre, cuyos principales deseos eran que continuara con sus estudios.
A los 20 años de edad ingresó en la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara en el convento de Santo Domingo (Soria). Fueron 53 años de vida ejemplar ocupando diversos y variados cargos: ejerció de sacristana, tornera, ropera, vicaria, ecónoma y abadesa (este último servicio durante 17 años). En todos ellos destacó por su sencillez y sumisión. Los testimonios de todas las personas que la conocieron en vida son coincidentes: era una persona entusiasta, alegre y amable. Su principal virtud fue el amor y el servicio a los demás con una humildad extraordinaria.
Logró una profunda renovación espiritual en el convento, de forma que es considerada la refundadora del mismo. Ella, con profunda confianza en Dios, tenacidad y no sin dificultades, consiguió aplicar de nuevo la Primera Regla de Santa Clara, cuyo primordial principio es el voto radical de pobreza, así como establecer la Exposición permanente de Jesús Sacramentado.
Murió repentinamente víctima de un infarto de miocardio el 22 de enero de 1973 en Soria. Cuando la noticia se divulgó por la ciudad fue unánime el clamor que se empezó a propagar: «¡Ha muerto una santa!». Se expuso su cadáver en el coro bajo del monasterio y fueron cientos los fieles que acudieron a despedirse de ella; dos religiosas, sin parar, no daban a basto a pasar por sus restos mortales rosarios, estampas, medallas, etc. pues la convicción profunda de los fieles era que acababa de morir una santa. Fue enterrada en el pequeño cementerio de la comunidad; el 20 de abril de 1982, como paso necesario en el proceso de Canonización, se produjo la exhumación de sus restos y su cuerpo fue encontrado incorrupto (habían pasado nueve años desde que fuera enterrada en la tierra y en un terreno que poco favorecía este hecho prodigioso). Hoy día su cuerpo se encuentra en una de las capillas del monasterio siendo visitado a diario por multitud de fieles.
El 3 de abril de 2014, en el transcurso de la Audiencia que el Papa Francisco concedió al Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Cardenal Angelo Amato, el Papa aprobaba la promulgación del Decreto que reconoce sus virtudes heroicas.
Supone éste un paso decisivo en el camino hacia la Beatificación de la Madre Clara, si bien para que la celebración pueda llevarse a cabo hace falta un milagro reconocido por la Santa Sede y atribuido a la intercesión de Sor Clara.