Los alumnos del Machado recuerdan al poeta en el 78 aniversario de su muerte
Depositarán flores en la tumba de Leonor y recitarán sus versos
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El próximo 22 de febrero se cumple el 78 aniversario de la muerte en Colliure (Francia) del poeta Antonio Machado, referente universal de hombre "justo y bueno" y estandarte de la provincia de Soria por colocar su nombre y su paisaje a la altura de cualquier otro referente literario globalmente conocido.
Como viene siendo tradición desde febrero de 1976, una comitiva de alumnos y profesores del instituto que recibe su nombre en la capital, el IES Antonio Machado, subirá sobre las 11:30, al cementerio del “alto Espino” a conmemorar, junto a la tumba de Leonor, el aniversario de su muerte y, sobre todo, a mantener viva su memoria y su legado en un centro que tanto le debe, dando así continuidad a un rito que ya forma parte de la idiosincrasia del histórico centro.
En esta ocasión serán los alumnos de primero de ESO los que protagonizarán la conmemoración recitando, junto a la tumba de la esposa del poeta, algunos de sus versos más conocidos y más directamente relacionados con la muerte y el recuerdo de su esposa y con la pureza primitiva de la ciudad y los paisajes de Soria.
Con ello se pretende un doble objetivo: hacer evidente que su vinculación con el instituto al que da nombre permanece y permanecerá siempre presente y que, en su paso por Soria, su esposa Leonor y el centro educativo en el que se desempeñó ocuparon un puesto central.
Versos de Machado
Como no podría ser de otra forma, serán las palabras del propio poeta las que resuenen en la conmemoración y esas palabras saldrán de los labios de los nuevos alumnos que el centro ha acogido durante el presente año.
Se persigue con ello que estos nuevos alumnos de primero de la ESO conozcan desde el inicio la vinculación tan fuerte que unió al poeta con Soria y con el centro, y que sean ellos los que, en años venideros, perpetúen esta tradición tan arraigada y significativa.
El acto será sencillo pero emotivo, y consistirá en la colocación de un ramo de flores en la tumba de la esposa del poeta y en la lectura de alguno de los poemas de su obra Campos de Castilla que más lo vinculan con ella, con Leonor, y con Soria, a la que legó el inmenso regalo de una imagen lo más pura posible. Este es, sin duda, el homenaje más auténtico que se le puede tributar al alguien tan poco dado a exhibiciones y agasajos, junto con el de aproximarse una vez más a su obra y disfrutarla.
