La Junta restaurará San Juan de Rabanera
La Junta de Castilla y León ha adjudicado a la empresa Pablo Yagüe Hoyal, con un presupuesto de 48.250 euros, las obras de restauración de las portadas sur y oeste de la iglesia de San Juan de Rabanera, en Soria.
"Sonrisas" se acerca a los niños hospitalizados en Soria
El Claustro de Escolapias consigue la certificación Apple Teacher
El periodo de ejecución previsto para estas obras, que serán coordinadas por el Servicio Territorial de Cultura y Turismo, es de tres meses.
La intervención consiste en un proceso de restauración completo de dichas portadas, con el rejuntado, consolidación e hidrofugado de los sillares de las mismas, la reposición de los aleros deteriorados y las reintegraciones de los volúmenes de piedra perdidos de las portadas, tanto en algunos sillares como sobre todo en los fustes de columnas, sus basas, collarines y otros elementos ornamentales.
La limpieza de las portadas deberá extenderse gradualmente en los encuentros de las portadas con sus muros laterales, en forma de veladura, de manera que la limpieza no suponga un fuerte contraste entre lo intervenido y las zonas a las que no se extiende la actuación. Los trabajos se plantean en función de las competencias de la comunidad de Castilla y León relativas al acrecentamiento y difusión del Patrimonio Cultural.
La iglesia de San Juan de Rabanera, declarada Monumento Nacional en 1929, es una iglesia románica del siglo XIII exenta, con planta de cruz latina, ábside y crucero de brazos iguales, cubierta con bóvedas reforzadas por nervios, lo que junto al empleo de arcos apuntados, como los de los absidiolos existentes en los brazos del crucero, denotan su construcción tardía a finales del siglo XII.
De las dos portadas que tiene la iglesia, la oeste perteneció a la iglesia de San Nicolás, ahora en ruina consolidada, trasladándose a esta de San Juan de Rabanera en su restauración de 1908, y la sur es original de la iglesia.
Ambas presentan pérdidas de masa pétrea y de cohesión de los morteros, que se van agravando con el paso del tiempo, apareciendo también puntualmente eflorescencias y mohos en algunos sillares cercanos a las portadas.
Estas patologías se agravan por la progresiva desaparición de los aleros de piedra que protegen las portadas por su arenización, que es provocada por la escorrentía de aguas de lluvia que las últimas tejas del alero no pueden separar de la portada que deben proteger.