Garrido: "Hay un déficit de autogestión emocional"
La comandante de la Guardia Civil María José Garrido ha presentado al mediodía de hoy en su libro "Ciberviolencia de género", una herramienta de formación pensada para contribuir a erradicar esta lacra social. Para la autora, hay que fomentar la cultura de la ciberseguridad y la gestión de las emociones. Percibe un déficit a la hora de gestionar las propias emociones.
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Violencia y Ciberviolencia de género está considerado un manual esencial para comprender en profundidad la violencia de género y actuar con eficacia, frente al nuevo tipo de violencia facilitada por las nuevas tecnologías.
Garrido, doctora en Psicología y Experta en Criminologia, ha escrito este libro junto a Ángel García Collantes, decano del Colegio de Criminólogos de Madrid.
A través de casos reales y testimonios, el libro presenta, de una forma práctica, la importancia del trabajo de prevención y actuación contra la violencia a través de diferentes vías, la jurídica, la policial, la psicológica y la asistencial.
Para Garrido, tan importantes son los microataques a una entidad financiera como los que tengan que ver con el entorno de una relación de pareja, cuando el hombre agrede a la mujer a través de la TIC en sus diferentes modalidades delictivas.
“Es importante fomentar la cultura de ciberseguridad para que se eviten la suplantación de identidad, la violación de derechos fundamentales como el secreto a las comunicaciones, el derecho al honor, los cambios de identidad”, ha resaltado.
Garrido ha señalado que la sociedad actual viaja muy rápido, “mucho más que el derecho”, y contrasta la existencia de dispositivos electrónicos de mil euros que a veces se facilitan a los hijos mientras “falta mucha cultura de ciberseguridad y muchas herramientas de gestión emocional, no ya sólo desde el punto de vista de una relación de pareja”.
“Percibo que hay un déficit de autogestión emocional”, ha recalcado.
Garrido ha resaltado que para combatir los ataques en Internet es muy importante trabajar de forma multidisciplinar, porque todo debe partir de la formación, la información y la educación, pero los profesores siempre alineados con los padres, la familia.
“Es una tarea que todos tenemos pendiente y es verdad que a raíz de las leyes orgánicas de de violencia de género o la de igualdad ha habido mucho fomento de la formación. Pero una cosa es la formación y otra la sensibilización. Concienciar en estos temas no es dar una charla sino hacer pensar y reflexionar a la gente”, ha explicado.
Garrido ha señalado que no hay datos sobre los diferentes tipos de delitos vinculados a la violencia de género en lnternet, aunque existan muchos estudios.
Para Garrido, la víctima de uno de estos delitos debe siempre denunciar, aunque las mujeres, en este tipo de delitos emocionales, se lo plantean hacerlo a partir del séptimo u octavo incidente, según los estudios de la comunidad científica.
“Habría que hacer un esfuerzo para animar a las mujeres a denunciar sabiendo que al ser delitos emocionales, muchas de ellas siguen estando enamoradas, tienen dependencia económica, otras no quieren que sus hijos vayan los domingos a la cárcel a ver a su padre... La violencia de género se da en todas las capas sociales. Mi consejo es que lo denuncien, porque todo el circuito de ayudas policiales, sociales, judiciales, empieza con la denuncia”, ha apuntado.
Garrido ha apuntado que está orgullosa porque las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad hayan desarrollado un punto de vista más proactivos que reactivo ante los delitos de violencia de género en la red.
“Hace años estábamos esperando que la víctima viniera a dependencias a denunciar los hechos. Ahora tenemos muchos estudios. Y tenemos una guía de primeros auxilios psicológicos para evitar la victimización secundaria. A nivel policial, nuestros agentes hacen un trabajo encomiable a la hora de recepcionar y recibir la denuncia, de tratar a la víctima con esa consideración a nivel profesional. Por supuesto que estos esfuerzos tienen que estar alineados con las fuerzas judiciales y con el tercer sector”, ha apuntado.
En cuanto al mayor riesgo que tiene la mujer en el medio rural, Garrido ha reconocido que no hay en el ámbito rural recursos para ayudar a la víctima ni al hombre agresor antes de cometer el delito, por lo que ha pedido fomentar más los servicios sociales.
Garrido ha subrayado que siempre subyace en estos delitos una falta de gestión de las emociones.
Además ha llamado la atención sobre el incremento de los suicidios infantiles y ha planteado realizar estudios científicos para conocer el porcentaje de los que lo hacen por falta de gestión emocional.
“Tenemos niñas de 19 o 20 años que están absolutamente destrozadas, porque en una relación de dos meses con un chico no ha sido exitosa. Y están al borde del suicidio. Entonces falta mucha gestión emocional”, ha señalado.
Garrido ha apuntado que el fracaso forma parte de la vida y hay que enseñar a los niños que la vida tiene cosas “buenas, malas y regulares”, pero ha reiterado que faltan clases de manera transversal en gestión emocional.