Centro Tecnológico de los Alimentos de Soria, lejos del compromiso político
El Centro Tecnológico de los Alimentos de Soria ha abierto sus puertas a la Universidad de Valladolid para poner en marcha una unidad asociada que promueve la investigación entre la comunidad universitaria. Pero el Centro sigue lejos del objetivo marcado cuando se puso en marcha hace ya quince años.
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La científica Eva Guillamón fue elegida en octubre de 2020 por el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA) para pilotar el Centro para la Calidad de los Alimentos de Soria, con el objetivo de dinamizar sus investigaciones, tras años de proyectos frustrados y directores que terminaron renunciando.
El Centro para la Calidad de los Alimentos se presentó en sociedad el 30 de enero 2008 y lo hizo durante su inauguración como un “lugar de referencia de la investigación alimentaria en España”, en palabras del entonces secretario de Estado de Universidades e Investigación, Miguel Ángel Quintanilla.
Los primeros pasos para la construcción de este centro, cuya construcción necesitó de una inversión de cinco millones, se dieron ya 1999, aunque no fue hasta el 2005 cuando se licitaron las obras, de la mano del Plan Específico de la provincia de Soria (PAES), aprobado por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
El entonces director general del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Javier Martínez Vasallo, señaló “esto no ha sido lo más difícil, sino la identificación de la dedicación del centro”, que finalmente se dividió en dos áreas de investigación en las que estaban llamados a trabajar los científicos: el área de Bioquímica y Microbiología de Componentes Alimentarios, anunciado como un apoyo funcional a las empresas emprendedoras, y el de Nutrigenómica y Alimentos Funcionales.
Vasallo explicó que los objetivos pasaban por que se convirtiera en un centro de interés socioeconómico para Soria y un complejo dedicado a la investigación en el ámbito nacional que aportará beneficios a la ciudad.
Para cumplir con las premisas establecidas, Vasallo anunció que un equipo formado por dos directores científicos, cuatro investigadores y dos técnicos de laboratorio-
“Queremos que a principios del 2009 podamos doblar el número de investigadores para darle mayor relevancia”, afirmó entonces el director general del INIA.
El objetivo, en materia de personal, se puso en contar con una treintena de investigadores para convertir el centro en una referencia nacional. Quince años después hay un científico en plantilla… y a partir de este lunes un acuerdo con la Universidad de Valladolid para aprovechar los laboratorios del centro en los proyectos de la comunidad universitaria.