Carta al director: Abandonados a su suerte
El lector incide en el mayor número de fallecimientos de personas mayores en la crisis del Covid 19. A su juicio, una parte de ellos podría ser debida a que muchos de ellos tienen una patalogía previa muy grave y necesitan transfusiones periódicas de sangre que ahora no se pueden realizar con el cierra de la Unidad de Donación en el hospital Santa Bárbara.
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CARTA AL DIRECTOR/ Abandonados a su suerte
He leido en vuestro periódico que hay más fallecimientos de ancianos que los que las autoridades sanitarias reconocen como debidos al coronavirus. Una parte de la causa podría ser debida a que muchos ancianos tienen una patología muy grave que es la anemia mielodisplásica, que en ellos no tiene más tratamiento que las transfusiones periódicas de sangre. Estas transfusiones se realizaban en la UCA/Hospital de día de la segunda planta del Santa Bárbara.
El martes me dijeron en Atención al Paciente del Hospital, que en este momento esta Unidad está cerrada. Me consta que esta unidad tiene muchos pacientes, ya que también trata muchos otros problemas de pacientes de la tercera edad.
Para determinar si se necesita una transfusión, hay que previamente realizar una analítica para valorar, entre otros parámetros, los niveles de hemoglobina.
En estos momentos, los pacientes que están en la necesidad de una transfusión, deberán ir a Urgencias. Esto supone que haya que movilizar ambulancias y exponerse a coger el coronavirus en el desplazamiento o en la propia Urgencias
A los que están en las residencias de ancianos no los quieren llevar porque los responsables entienden que existe el riesgo de que a la vuelta contagien al resto de los residentes.
Este problema se podría solucionar, al menos en las residencias, porque tienen personal sanitario, instaurando un sistema que permitiera hacer las extracciones en las residencias y según los resultados obtenidos remitir las bolsas de sangre a estas desde el hospital para su transfusión. Con esto se evitaría el traslado de los pacientes en ambulancias a urgencias y su saturación, además de la ampliación de la epidemia.
Me imagino que este asunto no interesa considerarlo en este momento a las autoridades sanitarias, porque es más sencillo dejar morir lentamente a los ancianos,pero si que hay que hacerse eco de él para dejar clara la incapacidad de previsión y de búsqueda de una solución razonable del problema del "mejor sistema sanitario del mundo".
Fdo: Javier Gil Hernández
