Cámara y FOES reclaman medidas estructurales para empleo
La Cámara de Comercio ha celebrado hoy que Soria haya cerrado 2023 con una tasa de paro del 5,36 por ciento y 2.500 parados, la segunda más baja de España tras Álava, lo que se considera un desempleo estructural. FOES ha advertido que existe un elevado error de muestreo en la encuesta, lo que provoca una importante distorsión en las cifras.
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La Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre del año (de octubre a diciembre) publicada hoy por el INE reduce a 2.500 las personas desempleadas en la provincia, 400 menos que los inscritos en las en las Oficinas del Servicio Público de Empleo de Soria el pasado mes de diciembre.
La discrepancia en el número de parados se constata también en el interanual, donde la EPA certifica 1.000 empleados menos frente a los 240 parados menos en el último año que registran las oficinas del SEPE.
El elevado error de muestreo de la Encuesta en Soria provoca una importante distorsión en las cifras, según ha advertido FOES.
En este último trimestre, el error se eleva en Soria hasta el 20,29 por ciento, frente al 1,62 por ciento del nacional, ha concretado.
Dicho error se debe al bajo número de opiniones que la EPA recoge en la provincia de Soria, que suma a las de las 65.000 familias que la EPA encuesta en toda España cada trimestre.
Con las reservas que provoca el error de muestreo, la EPA baja la tasa de paro en Soria al 5,36% por ciento, la más baja de España, sólo por detrás de Álava (la tasa nacional se sitúa en el 11,76%), y eleva la tasa de actividad al 60,21% (58,99% en España).
FOES ha insistido en un comunicado en la prudencia a la hora de cualquier valoración, si bien la realidad de las empresas federadas es la de un mercado laboral insuficiente para dar respuesta a las necesidades de contratación de trabajadores que tienen las mercantiles sorianas, lo que debilita tanto el tejido empresarial, como la economía de la provincia.
Una vez más, la Federación ha insistido en la necesidad de atender de forma inmediata los graves problemas estructurales de la provincia, encabezados por la profunda crisis demográfica que arrastra sin que las administraciones apliquen en toda su intensidad los medios e instrumentos legales de los que disponen.
En este sentido, la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas ha pedido que las ayudas al funcionamiento se apliquen con toda la intensidad que permite Europa en todo el territorio provincial, tanto para las nuevas inversiones, como para las empresas y autónomos que ya operan en la provincia.
Por su parte, la Cámara de Comercio también ha insistido en la enorme dificultad que las firmas sorianas tienen a la hora de encontrar determinados perfiles laborales y que les impide un crecimiento mayor.
“Hay que poner el foco en la necesidad de crear empleo para mujeres, cuya tasa, aunque baja, es muy superior a la de los hombres”, ha apuntado el presidente de la Cámara, Alberto Santamaría.
El responsable cameral ha destacado “el importante papel que las empresas de Soria están jugando en las buenas cifras de empleo en la provincia, que están por la labor de crear trabajo y crecer, a pesar de las incertidumbres económicas que atravesamos y la dificultad de encontrar mano de obra”.
La Cámara de Soria se ha unido a la opinión de la Cámara de España, que señala que los datos de la EPA evidencian un mercado laboral fuerte, que en el último año ha conseguido reducir el paro y crear empleo a un ritmo mayor que en 2022, y ello a pesar de la destrucción de 19.000 puestos de trabajo en la recta final del año.
No obstante, a pesar del descenso de la tasa de desempleo hasta el 11,7%, nuestro país aún registra los valores más elevados de la UE, reflejo de las asignaturas aún pendientes en materia económica y laboral.
Si bien nuestra economía ha manifestado su resiliencia a lo largo del pasado año, la incertidumbre tanto a nivel interno como global, la amenaza inflacionaria, el tensionamiento de la política monetaria y sus repercusiones sobre el consumo, y por consiguiente sobre la demanda de bienes y servicios, auguran una desaceleración para 2024.
Entre las medidas necesarias, destaca la reducción de la presión fiscal que soporta el tejido empresarial, para incentivar la competitividad y contribuir a incrementar las inversiones, innovaciones y, en definitiva, la creación de empleo. Esto pasa por abaratar el coste de la contratación, rebajando las cotizaciones sociales, y reformar el impuesto sobre sociedades en aras de la reducción gradual de sus tipos y del establecimiento de un esquema de beneficios fiscales más simplificado”.
