Viñas Viejas de Soria conoce "gran trabajo" en viñedos y bodegas de D.O. El Bierzo
La asociación Viñas Viejas de Soria ha realizado un fam trip por la Denominación de Origen El Bierzo, para conocer el trabajo que se está realizando en esta comarca vitivinícola y el buen hacer de enólogos y su Consejo Regulador para potenciar los vinos de sus pequeños viñedos.
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Un grupo de ocho personas, representantes de seis bodegas de la asociación soriana, participaron desde el pasado domingo y hasta el martes en este viaje de profundización y familiarización donde destacó la amabilidad y la fraternidad, tanto de los sorianos como de los bercianos, que acogieron a esta expedición y les abrieron las puertas de sus bodegas, sus oficinas y les compartieron consejos y experiencias.
Como ha subrayado Bertrand Sourdais, presidente de la asociación de Viñas Viejas de Soria, “nos hemos encontrado muy a gusto”, poniendo de relieve la filosofía del Bierzo, donde se ha compartido “sin miedo y sin esconder” sus vinos, demostrando una gran fraternidad de la Denominación de Origen relativamente pequeña, que cuenta con 2.500 hectáreas.
Sourdais ha elogiado el buen trabajo que han podido comprobar que se está realizando en la DO berciana que “están dispuesto a que se muevan cosas” poniendo como ejemplo que ha sido la primera DO en certificar una clasificación por pueblo y parcela, lo que permite dar “valor y reputación a la zona”, como les demostraron la directora técnica y el presidente del Consejo, con los que se reunieron durante su viaje.
Precisamente esta clasificación, aunque es innovadora, lo que hace es “actualizar algo que ya existía y darle un valor legal y reconocido por el Consejo al viñedo”, como recuerda el presidente de Viñas Viejas de Soria.
Esta voluntad de destacar el terroir y el trabajo conjunto de la DO con los bodegueros de su comarca, encabezados por Raúl Pérez y Ricardo Palacios, que han conseguido las más altas puntuaciones con sus vinos en listas como la Parker, otorgan un gran valor a los vinos.
Las bodegas Taruguín, Cuarto Lagar, Hispanobodegas Gormaz, Antídoto, Dominio de ES y Galia comenzaron su viaje en la tarde del domingo, cuando fueron recibidos por Raúl Pérez en sus bodegas de El Bierzo, donde pudieron probar su vino La Muria 2021, que obtuvo 100 puntos Parker, así como otros vinos de uva Mencía y blancos elaborados con godello, compartiendo incluso cena en casa de Pérez, haciendo gala de la hospitalidad berciana.
En la mañana del lunes, el apagón general les sorprendió en la bodega Descendientes de J. Palacios, donde pudieron, de la mano del riojano Ricardo Palacios, contemplar la belleza sus viñedos en un terrenos empinados en la localidad de Corullón y la bodega construida por Rafael Moneo.
Allí degustaron los vinos La Faraona 23 y 24, que en ambas añadas lograron alcanzar la máxima puntuación de la lista Parker, los 100 puntos.
Por la tarde el viaje continuó hasta la bodega de Verónica Ortega, con quien cataron tnatos los vinos tintos como los blancos elaborados por esta gaditana que ha sabido obtener la identidad del Bierzo en cada copa. Por la noche la parada fue en la bodega Demencia, grupo que conocían por ser parte de Taruguín, y allí Nacho no solo les invitó a catar sus vinos, sino que preparó un encuentro con pequeños productores de El Bierzo para que pudieran presentar sus vinos ante los sorianos, lo que permitió compartir e intercambiar experiencias, problemas conjuntos y disfrutar de una cena conjunta donde se confraternizó alrededor de buenos vinos.
Antes del regreso, en la jornada del martes, visitaron dos bodegas la primera de Pablo, un pequeño productor del vino 7 cuartadas, del que solo produce tres barricas y que el año pasado el granizo afectó enormemente a su producción, y la segunda la conocida Prada a tope, antes de recalar en las oficinas del Consejo Regulador del Bierzo, donde compartieron temas legislativos y nuevas normativas como la clasificación de la DO.
Una gran experiencia que ha permitido no solo estrechar lazos entre los ocho participantes de las bodegas sorianas, sino también aprender, conocer y admirar el trabajo de otros compañeros en otra región vitivinícola que permite ampliar horizontes y poner en perspectiva el trabajo diario.
Viñas Viejas de Soria cuenta ya con 20 bodegas asociadas, demostrando la buena salud de la que goza el viñedo soriano, que apuesta por cepas centenarias que imprimen carácter y personalidad a unos vinos producidos por pequeñas bodegas.