Por el Camino Castellano-Aragonés, a Santiago
Cuatro Caminos hacia Santiago discurren por Soria. Una de ellas es la que cruza de oeste a este la provincia y que se conoce por camino castellano-aragonés. Le animamos a recorrerlo.
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Los peregrinos medievales seguían el trazado de las antiguas vías romanas, buscando siempre las más cortas y seguras. La situación geográfica de lo que hoy es la provincia de Soria ha permitido que comunicaciones comerciales y viajeros transitarán por ella y dejarán sus huellas.
El fluir peregrino por la ruta conocida como "Camino Castellano-Aragonés" tuvo sus orígenes en la Edad Media, a medida que se extendía la noticia del hallazgo de la tumba del Apóstol Santiago en el año 813.
Todos los tramos del Camino de Santiago por Soria son rutas de enlace, aspecto éste que no merma su importancia. El territorio soriano es un “cruce de caminos” entre los territorios mediterráneos o del sur peninsular por una parte y los del noroeste, teniendo que enlazar así necesariamente tramos importantes del Camino de Santiago en la Península Ibérica.
En la provincia, la primera parada de este itinerario que enlaza con el Camino Francés es Ágreda, donde los referentes santiaguistas se inician con la monja concepcionista, Venerable Sor María de e su Mística Ciudad de Dios la leyenda de la venida de Santiago Apóstol a España y la evangelización que llevó a cabo.
En el Paseo de la Dehesa, que tiene más de 1 kilómetro de castaños de indias, están las instalaciones del antiguo instituto de secundaria, lugar de acogida elegido por el Ayuntamiento para albergar a los peregrinos.
Por el Barrio Moro (antigua morería) accedemos al casco histórico de Ágreda, llegando al palacio de los Castejones, flanqueado por la puerta de Felipe II, que sirvió para confinar a los moriscos en su barrio. Por la calle Vicente Tutor se llega a la Sinagoga, enclavada en el antiguo recinto amurallado de La Peña. Este corto tramo del recorrido por el pueblo nos da una perfecta idea de lo que fue Ágreda durante muchos años, la Villa de las Tres Culturas.
En el camino hay paradas en Muro, por donde pasaba el itinerario Antonino, la calzada que unía Zaragoza con Astorga, y Ólvega, que tiene señalizados numerosos senderos por el Moncayo.
Saliendo de Muro, se puede descansar a la sombra de los chopos y beber agua de la fuente romana, a pocos metros del camino, que continúa por la llanura, cruzando la carretera de Ólvega a Matalebreras, hacia la Sierra del Madero, a la que se accede tras cruzar la carretera de Ólvega y, poco después, la vía férrea.
El trayecto coincide, desde Muro, con la ruta Antonina, también llamada Camino del Agua, porque une las cuencas del Ebro y el Duero, y asciende a la Sierra del Madero por bosques de encinas y quejigos, de los que hay ejemplares de gran porte.
Una vez coronada la sierra, se desciende hasta Pozalmuro, localidad en la que encontrará un lugar de acogida. En Pozalmuro el caminante se encuentra el despoblado de Masegoso y lLa Pica, junto a la vía 27, el puente romano y el torreón del siglo X.
En Omeñaca hay una parada obligada para admirar la iglesia de la Inmaculada Concepción, con su fachada románica del siglo XII.
Soria es uno de los puntos más importantes de la ruta. De hecho contó con un buen número de edificios relacionados con el Camino de Santiago. La Tierra de Soria estuvo regida durante siglos por la institución caballeresca de los Doce Linajes que tenía como patrón a Santiago Apóstol. Igualmente había una parroquía y una ermita dedicadas a Santiago, la primera de ellas cerca de la actual iglesia de la Virgen del Espino, y la otra entre los conventos de San Juan de Duero y San Polo. Próxima a esta ermita estuvo un lazareto para apestados y un albergue-hsopitalillo de Santa Cristina.
Tras salir de Soria por la carretera de Burgos, por la vía verde que deja a un lado Valonsadero, hay que conducir los pasos hacia Abejar. Ocenilla, Cidones, Villaverde del Monte, Herreros y Abejar.
La historia asegura que el obispo de Osma creó el hospital de San Sebastián para fomentar el paso de peregrinos, fundamentalmente aragoneses.
Aquí se cruza la N-234 para tomar el antiguo camino en el Santuario de la Virgen del Camino que nos lleva a Cabrejas del Pinar, por donde conoceremos el santuario de La Blanca, antes de pisar los bosques de Pinar Grande y llegar a Navaleno, que presume de sus montes y de su pasado carretero.
Se sale del pueblo junto a la N-234 y en "La Cruz de Piedra", cruz caminera que aún se conserva, se vuelve a utilizar una senda junto a la vía férrea para llegar a San Leonardo de Yagüe, donde consta documentalmente la existencia de un hospital para peregrinos, fundado en el siglo XII. La vinculación santiaguista de San Leonardo radica en que sus frailes fundadores veneraban a San Leonardo de Noblac, que había dado nombre a una población aquitana francesa, lugar considerado muy importante por el Codex Calistinus.
