Más oposición a la macrovaquería de Noviercas
La asociación de amigos de la Celtiberia también se ha posicionado en contra de la construcción de la macrovaquería de Noviercas.
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"En una de las zonas más despobladas de la España vaciada, al pie del monte sagrado de la Celtiberia, se va a construir la macrogranja más grande de la UE y la quinta del mundo. En una extensión equivalente a 154 campos de fútbol y a cuatro terminales de Barajas se hacinarán 23.520 vacas que producirán tanto CO2 como todos los coches de la provincia de Soria, tantos excrementos como los que genera Madrid o consumirá tanta agua como la ciudad de Soria", ha alertado la citada asociación en un comunicado.
En su opinión, la macrovaqueria se presenta con el cebo de habilitar un puñado de puestos de trabajo (prometen entre 40 y 100 directos) para el municipio de Noviercas pero pone en peligro el equilibrio ambiental de una zona estratégica, en la divisoria de aguas entre el Duero y el Ebro.
"Los daños pueden ser irreversibles en un delicado sistema hídrico que puede contaminar las cuencas del Manubles, Ribota, Aranda, Rituerto y Araviana, además del impacto contaminante en el aire y en el paisaje con ese monstruo varado frente al Moncayo", ha advertido.
Además, esta iniciativa herirá de muerte a un sector de pequeñas explotaciones ganaderas que ya están muy tocadas. Se podrían perder, según ha apuntado, más de 400 pequeñas explotaciones pecuarias en municipios de las provincias más devastadas y necesitadas.
Algunas de ellas participan en cooperativas locales que se van a ver totalmente socavadas, incluso arrasadas por una imposible competencia en los precios de la leche.
"Quedaría en entredicho, por tanto, la vida de más de 400 pueblos, que tienen en esas pequeñas vaquerías su esperanza; y así quedarían afectados esos ganaderos que aportan un valor añadido atendiendo queserías, manteniendo la vida de los campos del entorno o sosteniendo una importante cantidad de empleos indirectos en su entorno (veterinarios, transportistas, servicios, etc.)", ha concretado.
Para la citada asociación, estamos ante otro episodio más que implementa las lógicas extractivas del neoliberalismo globalizador, que no tienen en cuenta las peculiaridades de un mundo rural ajeno a las megalomanías productivas de la industria.
"Los beneficios, sin duda, se irán lejos y las desventajas, la contaminación y los desechos se quedarán aquí por centurias. Estos vampiros de mentalidad industrial se aprovechan de la debilidad del mundo rural, su escasa población, los escasos recursos, el abandono sociopolítico y la supuesta ausencia de respuesta social. Pero esta vez se están encontrando con la oposición de mucha gente concienciada, de las plataformas ciudadanas o de Greenpeace; todos ellos han hecho numerosas alegaciones a un proyecto que ha quedado desenmascarado", ha recalcasdo.
La Asociación de amigos de la Celtiberia se ha sumado a este clamor de la ciudadanía que rechaza este “crimen ambiental”, como lo ha calificado Greenpeace, que trae pan negro para hoy y catástrofe ecológica para mañana.
"Una megalomanía productivista que no tiene cabida en nuestra apuesta por un desarrollo sostenible que siempre debe ser compatible con el excepcional patrimonio ecocultural de la Celtiberia que ahora está en peligro", ha sentenciado.