Cintora: "La política se ha instalado en convulsión diaria"
El periodista Jesús Cintora es de los que piensan que la política española se ha instalado en la convulsión diaria, que el marketing no puede comerse a la política y que una de las lacras para España es la concentración de poder. De ésto y más hablará en una charla el próximo 17 de agosto en Ágreda.
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Cintora ofrecerá el 17 de agosto en su pueblo natal, Ágreda, una charla titulada "El pueblo del periodista" y presentará sus libros "No quieren que lo sepas" y "La Conjura"
El escritor y presentador intervendrá en un acto organizado en la Plaza del Patronazgo (El Fuerte) a las 20 horas. La entrada es libre, habrá preguntas del público, venta de libros y la actuación en acústico del grupo “Tako”, de Ejea de los Caballeros.
La periodista agredeña Eva Sánchez también acompañará a Cintora en la conferencia. En la organización ha colaborado el Ayuntamiento de Ágreda.
Jesús Cintora, que prepara nuevos proyectos audiovisuales y literarios, está haciendo una gira por España con actos que dan pie al debate con la ciudadanía.
En “No quieren que lo sepas”, Cintora investiga, opina y muestra un mapa “del verdadero reparto de poder en España, de los tapones que frenan los avances y hace una apuesta por la regeneración”.
El autor parte de una bella narración de su infancia a finales de los 70 y comienzos de los 80. Hijo de una ama de casa y de un ganadero de pueblo, Cintora se adentra así en sus inicios en el periodismo y las trabas que se ha ido encontrando para desempeñar la profesión con no pocos palos en las ruedas.
Algunas valoraciones de Cintora en su libro y en entrevistas:
“Estar informados es un músculo que una sociedad sana debe ejercitar cada día. Te hace menos vulnerable frente a aquellos que te quieren tomar el pelo y te da herramientas para tomar decisiones”.
“El periodismo es contar lo que pasa. Parece sencillo, pero se vuelve complejo o imposible cuando se trata de gente poderosa. En España no se ha contado igual lo que afecta a un ciudadano medio que a un Jefe del Estado o a un constructor como Florentino Pérez que a mi abuelo, que era peón de albañil”.
“La política se ha instalado en la convulsión del día a día. Sin embargo, en los barrios, en los pueblos o en el trabajo, las diferencias entre personas no se viven de una forma tan tensa y se intentan ir llevando con cierto temple. En política, quizás las organizaciones, la comunidad, el grupo, debieran ponerse por encima de los roces o disputas personales y los egos. Por otro lado, ojo a los interesados en que se produzcan estas disputas. Algunos programas y periodistas cuentan la política como si fuera “Pasión de Gavilanes” o “Dinastía”. Salivan con el salseo de la guerra interna de los partidos, porque les interesa menos profundizar en los problemas de la sociedad. Claro, esto último es más arriesgado frente a los que mandan”
“La polarización nos lleva a una pérdida de tiempo y de energía. Es una cortina de humo. Mientras nos distraemos en si la culpa es de uno u otro, no se abordan los problemas a resolver. La pandemia fue un ejemplo claro. Discutir sobre si la responsabilidad fue de unos u otros dista mucho de tratar seriamente las mejoras necesarias en nuestro sistema de salud pública. Hay hechos como las muertes en las residencias que no deberían quedar impunes y sin tomar medidas de mejora con un manto de opacidad”.
“El marketing no puede comerse a la política, que es la gestión de lo público, no la estrategia electoral permanente. No digo que el marketing sea malo, porque hay elementos necesarios para llegar a los ciudadanos, pero estos no pueden sustituir la gestión, que nos centremos en lo realizado, no en el gesto, en la pose, en las declaraciones del político, más que en sus hechos. Eso es demoledor para un pueblo, porque entonces vale más la apariencia de lo que se hace que lo que realmente se ha hecho”.
“Hoy en día, quizás la principal ideología sea el sentido común. Algo que es contrario al egoísmo y que está relacionado con que me quedo, ante todo, con las buenas personas. Aunque es muy difícil detectarlas y el palo te lo pueden dar donde menos te lo esperas. Por eso a la buena gente hay que guardarla como a un tesoro. Valoro también a quienes consiguen las cosas con esfuerzo, no pisando a los demás”.
“El poder es la capacidad de mandar, de decidir, de dirigir acciones o inacciones. De quitar y poner. Y no debemos pensar ingenuamente que lo ejercen solo los representantes políticos, sino también poderes económicos o mediáticos. Y todos ellos, desde la política, la economía o los medios no siempre actúan de forma limpia. Hay tramposos que cada día se esperan en tener comprado al árbitro. Por eso, el periodismo debe estar para contarlo y ‘No quieren que lo sepas’ es un libro que cuenta mucho”
“Una de las lacras para España son las concentraciones de poder. En los medios ocurre con aquellos que no quieren competencia, que eliminan a competidores, que acaparan mercado publicitario o que lamen las botas del poder más que fiscalizarlo. En la economía pasa con los oligopolios y en la política hemos ido hacia un excesivo culto a los líderes, más que la escucha y el diálogo en las organizaciones políticas. De ahí también que haya tanta disputa interna partidista a veces basadas en cuestiones personales”
“En el panorama mediático, en España ha ido habiendo menos programas de investigación, de contar los problemas de la ciudadanía y, al mismo tiempo, cada vez más horas de programación de programas que conectan con fiestas de pueblos, con el paisano que recolecta un tomate de un kilo, ancianos enamorados, temas rosas, karaokes y cosas así. Y claro que debe haber entretenimiento, pero se ha ido recortando el derecho a la información, a las horas de programación de actualidad… La vida no es solo entretenimiento, también debemos tratar las preocupaciones de la ciudadanía. Aunque haya poderosos a los que no les convenga”
“La política ejercida para el pueblo es necesaria, porque si no la hacen los elegidos democráticamente, la intentan hacer permanentemente poderes económicos que no se presentan a las elecciones. Gerifaltes de la economía, fondos de inversión o puertas giratorias son síntomas de todo esto. El mundo ha ido girando hacia una mayor acumulación de las oligarquías y de fondos que desconocemos, pero que intervienen en nuestra sanidad, nuestra educación, nuestros medios informativos y, por su puesto, en nuestras vidas. Son actores que muchas veces, piensan más en el beneficio que en el servicio, y ahí tenemos un problema”.
“El respeto a la libertad de expresión hay que demostrarlo. No vale como simple eslogan. Hay gente que se llena la boca de consignas que no cumple cuando puede hacerlo”
“Hay un juego de intereses que a veces pervierte el derecho a la información. Hay medios que dependen cada vez más de la financiación que viene de la administración pública o del poder económico. Si llega con transparencia y justicia, de acuerdo, pero a veces no se cumplen esos parámetros y eso condiciona lo que se cuenta y lo que se oculta. Cada vez más medios están ligados al interés de que quienes no entienden la libertad de prensa y creen que debe contarse solo lo que a ellos les interesa. Hay medios y periodistas que dependen del favor económico o político del poder y están en eso mucho más que en contar bien lo que pasa”.