El castillo de La Raya, de Monteagudo de las Vicarías, en venta
Las ruinas del castillo de La Raya o la torre de Martín González, en Monteagudo de las Vicarías, que durante siglos marcó la frontera entre los reinos de Aragón y Castilla y que está reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC), está a la venta en una inmobiliaria por 45.000 euros.
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“Oportunidad de adquirir un elemento único, emblemático y exclusivo. Construcción de 1.300 metros cuadrados”, señala el anuncio en una inmobiliaria madrileña.
El castillo, en estado ruinoso, consta de la torre del homenaje, de forma rectangular de diez metros de largo por siete de ancho y quince de altura, y el recinto amurallado.
El alcalde de Monteagudo de las Vicarías, Carlos González, ha explicado este jueves que el castillo de La Raya, situado en el límite provincial con Aragón, es propiedad de un particular, tras adquirirlo en los años 70 del pasado siglo, en las subastas que realizaba el Estado por no poder mantener todo el patrimonio, “con la condición de que en 25 años tenían que arreglarlo”.
Desgraciadamente no ha ocurrido nada de ello, según ha reconocido González, porque los propietarios han ido cambiando la titularidad del castillo, con “lo cual los 25 años nunca llegan”.
El alcalde de Monteagudo de las Vicarias intentó adquirirlo hace años, a menor precio, pero coincidió con el desprendimiento de un muro, lo que restó interés al Ayuntamiento.
“Nunca he podido hablar con los propietarios, he hablado con la inmobiliaria”, ha reconocido.
Para González, el camino que lleva el castillo, en estado ruinoso y a los pies de una ermita dedicada a Nuestra Señora de la Torre, es el de terminar desapareciendo.
Alfonso VIII, fundador del monasterio de Santa María de Huerta, construyó este castillo entre los siglos XII y XIII como punto adelantado de Monteagudo de las Vicarías para vigilar el valle del río Nágima, acceso a la meseta castellana, y el río Jalón, y lo cedió a su hombre de confianza, Martín González.
La construcción del castillo está relacionada con la red de atalayas vigías, musulmanas o cristianas, levantadas para controlar el paso natural, zona de tránsito de ejércitos, entre el Valle del Ebro y la Submeseta Norte, directamente conectado con el castillo de Monteagudo