Ruta por los acebales: una escapada perfecta
El Patronato provincial de Turismo recomienda una ruta senderista para estos días. Los pasos deben ir encaminados a encontrar uno de los mejores secretos de Tierras Altas: sus acebales.
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Más información en www.sorianitelaimaginas.com y en la app Soria Guía Oficial, incluye audio-guía.
El acebo es una especie protegida por lo que no se puede cortar, tan solo poda controlada con el permiso y supervisión de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
El acebo es un arbusto que prefiere los suelos ácidos y húmedos, típico del sotobosque templado. Puede vivir bajo la sombra de un bosque, llega alcanzar los 16 metros de altura, y tiene hojas puntiagudas para protegerse de los animales.
El tronco es muy recto, de corteza lisa y verdosa, y de adulto se convierte en gris y agrietada.
Este árbol es valorado en la cultura occidental como adorno navideño. Los celtíberos lo consideraban un árbol sagrado venerado en el solsticio de invierno esperando los buenos augurios para el año venidero.
El gran bosque de acebos en la provincia se encuentra en Garagüeta, situado en la Sierra de los Montes Claros y propiedad de Torrearévalo y Arévalo de la Sierra. Está declarado LIC, zona ZEPA y Reserva Natural
Entre octubre y abril es cuando los frutos rojos del acebo aparecen. Como curiosidad, solo portan los cucos el ejemplar femenino.
Una vez en el acebal de Garagüeta, tras pasar la puerta donde está el aparcamiento, dejamos un castro celtíbero a la izquierda y comienza nuestro paseo…
Podemos recorrer la dehesa, pasar por los canchales, la choza, los sestiles, las fuentes, abrevaderos, majadas… y disfrutar de las vistas desde los Montes Claros.
En los últimos años, en Oncala se realiza “la Feria del Acebo y Mercado del Adorno Navideño” durante el puente de diciembre.
Se realizan rutas de senderismo con guías de naturaleza, talleres de adornos navideños, venta de productos típicos de estas fiestas, sin faltar el famoso queso de la zona o los conocidos embutidos de Tierras Altas.
Además se representa un Belén viviente con la recreación de antiguos oficios: costureras, herreros, los trasnochos invernales de las mujeres de los trashumantes..etc.
Podemos complementar nuestra visita a los acebales de Tierras Altas visitando el museo de Tapices y el museo pastoril de Oncala. En las Aldehuelas, los acebos de la dehesa y seguir el curso del Cidacos contemplando huellas de dinosaurios en La Ventosa de San Pedro. También otros acebales como los de La Póveda, Almarza, Arévalo de la Sierra, Castilfrío, Estepa de San Juan y más pueblos de esta comarca donde poco a poco los acebales se van extendiendo.
Al singular valor de estos bosques, hay que añadir numerosos atractivos que son un magnífico motivo para visitar las Tierras Altas: sus pueblos, la belleza del paisaje, la arquitectura Mesteña, los yacimientos de los dinosaurios , la gastronomía…