Bionatur Roses producirá 40 millones de rosas de alta calidad en Garray
La empresa prevé que empiecen a venderse a primeros de 2017 en el mercado europeo
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Bionatur Roses, que está ultimando los detalles para iniciar en septiembre la plantación, prevé producir cuarenta millones de rosas al año en sus instalaciones de Garray, una producción de alta calidad en el mayor invernadero de Europa y que se destinará al mercado europeo.
La empresa ha avanzado hoy sus previsiones en la presentación realizada a los medios de comunicación.
Para producir estas rosas, de la categoría Red Naomi -la premium de estas flores- cuenta con quince hectáreas de superficie en el municipio soriano de Garray, en el Parque Empresarial del Medio Ambiente (PEMA), donde ya ha edificado un invernadero, una estructura acristaldada con más de 143.000 metros cuadrados y seis metros de altura.
La rosa Red Naomi está considerada la mejor del mundo por cumplir varias cualidades: color rojo perfecto, mayor número de pétalos, superficie lisa y aterciopelada, follaje verde brillante, tallo rígido de entre 60 y 90 centímetros, apertura lenta de la flor, sútil aroma y buena resistencia -tres semanas-
La empresa ha invertido cincuenta millones de euros con el objetivo de poder producir más de 40 millones de rosas al año, que se destinarán a la reconocida subasta de Holanda y a la venta en el mercado nacional, según ha explicado el consejero delegado de Bionatur Roses, Luis Corella, quien ha avanzado que en noviembre esperan recoger las primeras rosas aunque las primeras que llegarán al mercado será en febrero de 2017.
"Queremos proporcionar experiencias inolvidables a las personas con nuestras rosas únicas en el mundo, convirtiendo nuestra marca en referencia de excelencia y calidad. Para ello, hemos combinado la tecnología holandesa con el privilegiado clima español, en el mayor invernadero del mundo para el cultivo de la rosa Red Naomi", ha resaltado.
Cuando la planta esté en producción, ocho camiones partirán todos los días con las flores a Holanda.
Corella, que ha reconocido que se replantearon la inversión cuando surgieron los problemas judiciales con la Ciudad del Medio Ambiente, ha señalado que hay empresas holandesas de transporte y fertilizantes que han mostrado su interés en instalarse en el PEMA, para dar cobertura a la planta.
Adelante PEMA
En este sentido ha apuntado que no ve ningún motivo para que salga adelante el Parque Empresarial, porque está lejos de todas las zonas de interés ecológico.
"Hasta ahora sólo había invernaderos parecidos en Holanda; esté es el más grande de producción de rosas que hay en Europa y probablemente en el mundo y es el más tecnificado; es como si fuera el Ferrari de los invernaderos", ha resaltado.
Las infraestructuras de Bionatur Roses están conectadas con la zona industrial del PEMA para los servicios de suministro eléctrico y de gas, agua y sistema de depuración.
La empresa, que sólo ha recibido subvenciones para la formación de los trabajadores, está finalizando actualmente la contratación de personal que trabajará en el cultivo y recolección de las rosas.
En total, según ha apuntado, se generarán 180 puestos de trabajo.
Parte de esta plantilla será seleccionada desde ILUNION, con el objetivo de favorecer la inserción laboral de personas con discapacidad.
Calor
Bionatur aprovechará además parte de los residuos que se generan como fuente de energía, gracias a un plan conjunto elaborado con el grupo Gestamp -que tiene unas instalaciones a unos metros- para conectar ambas emprreas para el suministro de calor y aprovechar para el cultivo de rosas el CO2 emitido en la combustión de las calderas de la planta de biomasa forestal.
De igual forma también se aprovechará el calor producido por la planta de biomasa para favorecer el crecimiento de las plantas.
El agua necesaria llegará por bombeo desde el río Duero, auqnue una tercera parte de ese abastecimiento procederá de la acumulación de lluvia recogida en las balsas habilitadas para ello.
Bionatur usará sistemas hidropónicos para el cultivo de las rosas, con control de parámetros climáticos e inyección de CO2 para favorecer la calidad de la flor.
Este tipo de cultivo está muy extendido en Holanda y se traduce en sistemas automizados que suministran agua y abono de manera continua y sustituye el suelo agrícola por una solución mineral.
De este modo, las raíces quedan suspendidas y reciben todo los elementos químicos esenciales para el desarrollo de la planta.
