Vinuesa proclama su belleza

Lugares de gran belleza, como Vinuesa, que destilan historia y cultura a la par, villas donde la tradición envuelve al viajero.

Limpieza, conservación de las fachadas, circulación de vehículos o si tienen o no un lugar destinado al aparcamiento de éstos, el cuidado de flores y zonas verdes, el tratamiento de las insignias publicitarias y carteles, etc., son algunos de los criterios que la red valora a la hora de incorporar un pueblo.

El alcalde de Vinuesa, Juan Ramón Soria, ha manifestado que pertenecer a esta red permitirá disponer de una plataforma de publicidad y una red de contactos con empresas, que pueden ayudar, por ejemplo, para colocar los puntos de carga eléctricos o soterramiento de cableado, con el objetivo de mejorar el encanto del municipio.

Pertenecer a la red refuerza sobre todo el perfil turístico de Vinuesa, ya que la red tiene una repercusión nacional, e incluso internacional.

“Abre la posibilidad de establecer sinergias con pueblos similares o que tienen el mismo tipo de problemas”, ha apuntado.

Vinuesa es un foco de atracción turística. Tiene más de 1.000 plazas de alojamiento, entre hoteles, apartamentos turísticos y camping y, en verano, su población censada (menos de 900 habitantes) se triplica al menos.

Madrid, País Vasco y Navarra son los principales lugares de origen, aunque también llegan cada día más turistas de la Comunidad Valenciana y Cataluña, según ha apuntado la técnica de turismo del Ayuntamiento visontino, Angela de la Orden.

Vinuesa, de encanto

El casco de Vinuesa es de los que llaman la atención al viajero, al que ofrece un armonioso conjunto de casonas y palacios señoriales. La Visontium de los pelendones se encuentra en el vértice que forman el río Duero con el Revinuesa, rodeada de un hermoso paisaje. Vinuesa fue durante siglos lugar de esparcimiento de reyes y nobles, que dejaron su impronta en elegantes edificios. No en vano se la sigue conociendo como "La Corte de los Pinares". Toda la villa ofrece el encanto de la arquitectura típica de la zona de Pinares. Entre sus edificios, destacan el que fue el palacio de los Marqueses de Vilueña, de mediados del siglo XVIII, y el palacio de Pedro de Neyla, del XVII, ambos de una sólida planta rectangular. En esa misma época se alzó la iglesia de Nuestra Señora del Pino. A pocos metros se encuentra uno de los embleas de Vinuesa, la Casa de los Ramos, el edificio más conocido de la villa, declarado en 1996 Bien de Interés Cultural. Pero la historia de Vinuesa se remonta más atrás. Se da constancia de su existencia en 1272. Del siglo XVI, aún se puede observar la ermita de la Soledad. Y de la Edad Media, un lavadero restaurado. A pocos metros, siguiendo la margen del río, se obtienen las mejores vistas de la localidad.  

  Hacia el atardecer, desde el puente de San Mateo, conocido como puente romano, el perfil del lugar aparece magnífico. Esta construcción no se ve siempre, pues se inunda con el caudal del Duero. En esta zona hubo una calzada de la época romana.   Vinuesa está rodeada de naturaleza. Y la ruta obligada para realizar es la que discurre paralela al río Revinuesa y da acceso al paraje de la Laguna Negra, cantado por Machado en "La Tierra de Alvargónzalez", y que es además, si se va con más tiempo, y preparado, ruta de acceso al pico de Urbión.

 

 

 

 

 

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