Dos mil personas asisten a coronación canónica de la Virgen del Carmen

En la ceremonia ha estado acompañado por el obispo de Osma-Soria, monseñor Abilio Martínez Varea; el arzobispo metropolitano de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez Zamora, y el obispo de Segorbe-Castellón, monseñor Casimiro López Llorente.

El Nuncio ha recordado que la Iglesia, particularmente en la persona del Sumo Pontífice, distingue especialmente a las imágenes de la Virgen María, particularmente aquellas que, dotadas de antigüedad o por una significación particular, atraen especialmente la devoción y se constituyen en referencia para una comunidad cristiana.

"Como bien conocéis fueron los sacerdotes hijos de Burgo de Osma los que, el año 1919, trayendo a la imagen de Nuestra Señora el cetro de plata que ostenta, expresaron el deseo al P. Prior de los Carmelitas. Deseo que hoy, gracias a Dios, vemos cumplido", ha señalado en la homilia.

Monseñor Renzo Fratini ha subrayado que en el hombre hay una sed de verdad y, para hallarla, el monte se presenta como ocasión de soledad y silencio interior, principio de vida espiritual.

"Dios mismo ha querido ponernos una Madre que nos invita a comprometernos en el amor mutuo y a crecer a través del vencimiento del egoísmo individualista con el reconocimiento de Dios, y librándonos del apego egoísta a las cosas materiales", ha asegurado.

Como recuerdo de la coronación se ha colocado, en el interior de la iglesia del Carmen, una placa conmemorativa que ha sido realizada por Antonio Linares Rodríguez, de "Cerámicas Villamartín", en Villamartín (Cadiz), y que ya realizó en 2015 el retablo cerámico colocado en el atrio de la iglesia para conmemorar los 400 años de existencia de la Cofradía de Hermanos Mayores.

La imagen de la Virgen y la del Niño han estrenado para la coronación nuevos escapularios, en unos trabajos que han sido ejecutados por la bordadora Dolores González, siguiendo el diseño de Juan Guerrero, en la ciudad de San Fernando (Cádiz).

Las piezas, que han portado en sus manos la Virgen y el Niño, están realizadas siguiendo un dibujo de líneas barrocas, bordadas en oro fino a realce y sedas, sobre un tejido de tisú de plata.

Los escapularios que han portado la Virgen muestran en la zona central el escudo carmelitano así como el anagrama de María mientras que los del Niño presentan el escudo carmelita y las iniciales "JHS".

El obispo de Osma-Soria, monseñor Abilio Martínez Varea, ha resaltado que la devoción a la Virgen María, bajo la advocación del Carmen, está profundamente arraigada en el corazón de muchos fieles cristianos, una realidad a la que no es ajena la Diócesis de Osma-Soria.

En este sentido ha señalado que El Burgo de Osma y su comarca profesan una "tierna" devoción a la Madre de Dios bajo la advocación del Carmelo, a lo que ha contribuido la presencia de un convento de Padres Carmelitas desde el siglo XVI así como la "infatigable" tarea llevada a cabo por la Cofradía de Hermanos Mayores de la Virgen del Carmen, que acumula más de 400 años de existencia y actividad.

La corona que se ha usado en la celebración es la misma con la que la imagen fue coronada por el obispo de Osma, Mons. Saturnino Rubio Montiel, en 1951 y que fue adquirida gracias a los donativos de particulares de la comarca burgense.

"La hechura de la corona costó 9.000 pesetas y su valor, a 1951, podía calcularse en 300.000 pesetas", según el historiador José Vicente Frías Balsa.

La Cofradía de los Hermanos Mayores, que en aquella fecha contaba con ciento setenta y un hermanos, ofreció al menos tres mil pesetas.

Las joyas donadas están prendidas tal y como se entregaron por los donantes, cuya relación nominal completa se conserva.

En la corona se hallan los escudos de la Orden del Carmen Descalzo, el escudo de España y el de la Villa de El Burgo de Osma.