Calatañazor revive "Campanadas de Medianoche" con el testimonio de los vecinos
Lorenzo Soler recoge en un documental los recuerdos de los vecinos que participaron en la película de Orson Welles
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Casi un centenar de vecinos y visitantes de Calatañazor, pueblo medieval soriano donde Orson Welles grabó hace medio siglo varias secuencias de "Campanadas de Medianoche", han revivido hoy la experiencia de esta película, de la mano de los testimonios de los que fueron extras.
(Fotos: Vicho Monge)
El director de cine y realizador Lorenzo Soler ha proyectado en la ermita de la Soledad el documental "Por quien doblan las campanas en Calatañazor", en el que recoge, en cuarenta minutos de grabación, los testimonios de los vecinos que intervinieron y participaron como extras en esta película de la que este año se conmemora su cincuenta aniversario.
Soler ha resaltado hoy que todo el pueblo de Calatañazor colaboró "estupendamente" con la película, aunque "no sabían bien lo que hacían", ante el choque de culturas, de la Soria agraria al mundo especializado cinematográfico.
"Ha habido un antes y un después en Calatañazor y se acuerdan todos como el primer día", ha resaltado.
En el documental, grabado en 2005 pero estrenado hoy de manera formal para todo el pueblo, se pueden ver los puntos de vistas de los vecinos de Calatañazor sobre Orson Welles y un mundo, el del cine, que no conocían en la mayoría de los casos.
"Es una mirada como inocente de una realidad que les sobrepasaba, porque muchos de ellos no habían ni ido al cine", ha señalado.
El rodaje de la película, que se prolongó durante tres semanas, dio lugar a muchas anécdotas como los enfrentamientos del equipo técnico y algunos vecinos por el retraso en el pago del alquiler de un caballo, solucionado directamente acudiendo a Orson Welles.
ANÉCDOTAS
"Orson Welles tuvo mucha relación con los vecinos. Y cuando acababa el rodaje se metía en sus cocinas y merendaban", ha apuntado.
En el pueblo hubo que desconectar todo el tendido eléctrico y Calatañazor se quedo sin luz durante casi un mes después del rodaje, lo que obligó al secretario del Ayuntamiento a desplazarse a Madrid para hablar con el productor de la película, Emiliano Piedra, para que le diese una solución.
El presidente de la Asociación de Amigos de Calatañazor, José Antonio Gonzalo, ha subrayado que el pueblo vivió durante las semanas del rodaje inmerso en un plató cinematográfico.
Entre los asistentes a la proyección de este documental se encontraban las hermanas Rosa María, María Isabel y María Antonia Ortega, que participaron con diez años en el rodaje de la película.
"Me acuerdo que era mejor participar porque si no no podías ver nada. Me acuerdo de Orson Welles comiendo unos pollos enteros debajo de los soportales", ha señalado.
