150 años de Banda de Música en Almazán
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Almazán no sólo esta de efemérides este año con el bicentenario de su fiesta del Zarrón. También cumple un año redondo, en concreto el 150 aniversario, su Banda de Música.
Fue en mayo de 1866 cuando un grupo de adnamantinos solicitó al Ayuntamiento que aportase fondos para constituir una sociedad filarmónica en la villa, según ha dejado escrito el cronista de Almazán, José Ángel Márquez, en el programa de mano de la 56 Feria de Muestras recién clausurada y a la que han asistido 42.000 personas.
Esta sociedad se convertiría en el fundamento de una orquesta y, aprovechando que se encontraba en Almazán el joven músico militar Tiburcio Avendaño, el Ayuntamiento adnamantino consiguió crear la deseada banda de música.
La banda de música paso por años complicados tras la marcha de Avendaño, cuando todavía no se había consolidado, de tal forma que sufrió etapas de intermitencia hasta que consiguió la estabilidad a partir de 1891, cuando se hizo cargo de la dirección Juan Muñoz Peña, pianista de renombre y sacristán de la iglesia de Santa María de Calatañazor.
La banda estuvo en este tiempo presente en todos los acontecimientos notable de la villa.
Entre 1914 a 1919, la banda se renovó y actualizó en la persona del director Abundio Andaluz Garrido, joven abogado y músico que consiguió dinamizar la agrupación. Ante su repentina dimisión, regresó a la dirección Juan Muñoz, por segunda vez, hasta 1929.
La llegada como director en 1929 de Antonio Blanco Aguirre, músico de sólida formación y enérgico carácter, impulsó notablemente la agrupación, hasta que cesó en 1953 para hacerse cargo de la Banda de Ponferrada.
Desde León
De tierras leonesas llegaría otro de los directores que más importan han dejado en la Banda de Música de Almazán, Joaquín Celada Alonso. Otro de los directores destacados fue Luis Laguna Esteban, que ostentó el cargo hasta 1975.
Después vino un periodo de decadencia al carecer el Ayuntamiento de medios económicos para atender las necesidades del municipio, considerándose la Banda como un gasto superfluo e innecesario y trató de disolverla proponiendo a la Dirección General de Administración Local que no se anunciara la vacante de la plaza de director, como así se hizo.
La Banda continuó funcionado comandada por Carlos Abad hasta que en 1980, mejoradas las condiciones económicas del municipio, se hizo cargo de la reorganización y dirección Andrés Pérez Madurga, un músico militar de gran experiencia.
Tras su partida, llegó en 1989 un joven José Manuel Aceña, que solamente estuvo tres años, al ser nombrado director de la Banda Municipal de Soria.
En 1994 accedió al cargo un joven salido del seno de la agrupación, Diego Salvachúa Jiménez, su actual director y quien ha logrado aumentar la plantilla, animar a los músicos con diferentes proyectos e innovaciones y ha renovado totalmente el repertorio.