Cartel que no dice ya nada
Los amantes de lo ajeno han dejado su “arte” en un cartel que advertía de la prohibición de circular en bicicleta en la Dehesa de Cervantes y que, después del garabato, ya no dice nada. Es imposible controlar a los cuatro gamberros que hay en todos los sitios, pero sí que es posible limpiar más rápido las pintadas.