Cuando Numancia se convierte en más que un símbolo
La asociación cultural tierraquemada culmina este fin de semana la
cuarta edición de su semana cultural celtibérica Keltiberoi, con
escenificaciones del pasado que tendrán carácter internacional y que
supondrán el colofón a un ramillete de actividades para difundir el
legado histórico y cultural del yacimiento de Numancia.
Este año se cumple una década en marcha desde que en 1999, con la inauguración del Aula Arqueológica sobre El Cerco Romano de Numancia, los vecinos de Garray, primero, y la asociación cultural, acto seguido, se involucraron decididamente en transformar Numancia en historia viva, con una programación y un ramillete de actividades que contribuyen, sin duda, a mejorar el conocimiento de la historia del yacimiento e incrementar el interés por su conocimiento por parte de los visitantes. El camino no ha sido fácil -el último episodio ha sido la suspensión este año de los episodios de las guerras numantinas- pero ha servido para demostrarnos a todos que en torno a Numancia se podía construir un proyecto turístico-cultural de primer orden, en que todas las administraciones tienen y deben arrimar el hombro. La Junta de Castilla y León acaba de anunciar un convenio para mejorar las visitas guiadas al yacimiento, una actuación esperada como la construcción del centro de recepción de visitantes, en la ladera del cerro de la Muela, cuya licitación ha sido anunciada de forma reiterada y no termina de llegar a buen puerto. Numancia, todo un símbolo, necesita de ésta y otras actuaciones para convertirse decididamente en foco de desarrollo.
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