Cuando los ajustes llegan para los más débiles
A LOS ESPAÑOLES, Y CON ELLO A los sorianos, les espera una larga
travesía del desierto para superar la crisis económica y regresar a la
senda del crecimiento económico y la creación de empleo.
El esfuerzo duro anunciado por el presidente del Gobierno de España para rebajar el déficit y para que el país tenga credibilidad en los mercados financieros internacionales pone en evidencia las propias contradicciones de su política económica y de sus medidas propagandísticas. Negó la crisis y estamos en la más virulenta de la historia; negó recortes en los gastos sociales y está en marcha el ajuste más severo que recuerdan los españoles. No llevaré adelante las recetas de un drástico recorte del gasto público porque esos planes siempre chocan contra los más débiles, aseguró Rodríguez Zapatero en 2008, a los pocos días de ser reelegido presidente del Gobierno. Hoy, apenas dos años después, se ha caído el castillo de naipes en el que había convertido su mandato, en una carrera hacia adelante que lleva a todos los españoles al precipicio. La desconfianza es tal en la sociedad y los contribuyentes españoles, que urge que todos los agentes sociales y económicos, con el liderazgo del Gobierno que hasta ahora se ha echado en falta, revaliden un pacto de Estado que afronte las medidas estructurales necesarias (laborales, financieras, energéticas) desde la propia responsabilidad, como paso previo para reclamar sacrificios a los ciudadanos. Si se sigue esquivando esta responsabilidad, es tiempo de permitir que los ciudadanos lo hagan en unas elecciones anticipadas.
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