Cuando llega la hora de otro gran pacto de estado
En estos momentos críticos que vive España, la sociedad clama por un gran pacto de Estado entre los dos grandes partidos -como el que se hizo en su día en la transición democrática- que, de una vez por todas, transmita tranquilidad y estabilidad al sistema democrático y a los mercados financieros y aleje los debates partidistas de los que tampoco se libra la sociedad soriana.
De la situación crítica a la que se ha llegado -y de la que todos son, al menos, corresponsables, en mayor o menor medida-, sólo se sale con más compromiso con Europa y ello exige tomar medidas impopulares, pero imprescindibles. No es tiempo de alimentar ficticios enfrentamientos, sin más ánimo que socavar la legitimidad del oponente político. España, junto con ese mayor compromiso con Europa, necesita un gran proyecto político de regeneración que sirva para recuperar la credibilidad pérdida por sus instituciones democráticas. El Estado español debe profundizar en los mecanismos democráticos que garanticen a los electores que los programas electores son para cumplirse. Los políticos deben saber que son los empleados de los ciudadanos para realizar una función concreta y que los programas electorales, como contratos sociales que son, son su principal aval y deber. Y que no se puede gobernar de espaldas a los que te dieron su apoyo basado en esos compromisos. Es hora ya, sin duda, de sentarse a negociar un nuevo modelo de Estado, sin apriorismos y dogmatismos. Es la mejor contribución que la actual clase política puedan hacer a las futuras generaciones de españoles.