Cuando las cuentas de 2010 se hacen al revés
El Ayuntamiento de Soria sigue sin presupuesto de 2010 casi dos meses después de iniciarse el nuevo año.
Y lo que es peor, parece que el objetivo se aleja cada día más, en vista de las declaraciones de los grupos municipales y de sus actuaciones. Vaya por delante que la responsabilidad es de todos, pero fundamentalmente del equipo de Gobierno, que ha recurrido esta semana a la mesa de diálogo social -integrada por los agentes sociales y económicos- cuando debería haberlo hecho en otoño, antes de abrir el debate presupuestario. Replantear ahora todos los números contenidos en el borrador, es tirar directamente a la basura el trabajo municipal de meses. Las cosas, ciertamente, se pueden hacer mejor; se podrían haber hecho mejor. Sólo era necesario algo más de voluntad y menos soberbia para ir planteando, paso a paso, un presupuesto con el mínimo consenso y que hiciera frente a la crisis económica con los proyectos que verdaderamente necesita la ciudad y con la garantía económica de su financiación. Lo contrario, son fuegos de artificio. Hubiera sido necesario, de entrada, ponerse de acuerdo en los ingresos que el Ayuntamiento es capaz de recaudar y de las transferencias de otras administraciones que tienen visos de llegar a buen puerto. Y cerrado este capítulo, plantear un recorte del gasto en la Casa Consistorial, que exigen los tiempos y el sentido común. Con estas bases, hubiese sido más fácil consensuar los proyectos que hacen ciudad y evitar, de nuevo, el estéril debate en el que volvemos a estar cuando la legislatura enfila su recta final.
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