Cuando el turista se encuentra cerrado lo que viene a ver
El ayuntamiento de Soria ha realizado un esfuerzo en el puente del Primero de Mayo para reforzar la atención en sus puntos de información turística y en los lugares más visitados por los turistas, como es la ermita de San Saturio, pero, como en otros puentes festivos, su esfuerzo ha sido incompleto por no cubrir el horario de tarde del domingo y hacerlo tres horas durante la sesión vespertina -hasta las siete de la tarde-, cuando las horas de sol dan para más.
No es la primera vez que sucede y conviene reflexionar y tomar medidas que permitan prolongar la apertura de los monumentos turísticos más importantes de la ciudad. Denunciamos en esta misma tribuna hace tiempo que no es buena carta de presentación para una ciudad y una provincia que quiere convertir el turismo en uno de sus motores de desarrollo, que los visitantes se encuentren el candado echado en monumentos singulares y atractivos. Ahora, volvemos a insistir en esta reclamación, que ojalá tenga mejor recorrido y respuesta. Es encomiable invertir en conservar y restaurar el patrimonio monumental, ampliar las dotaciones culturales y mejorar la promoción turística -también limitada en el caso de Soria capital, a nuestro juicio-, si no somos capaces de mantener la puerta abierta a los turistas de los monumentos emblemáticos de la ciudad. Hay que garantizar, como hacen en otras comunidades, un servicio de calidad y de atención al público perfectamente adaptado a las necesidades turísticas del territorio, siendo obligatoria -sí, hemos dicho obligatoria- la apertura los fines de semana, festivos y de incidencia turística.