OCU apoya prohibición de contratar suministros por teléfono
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha mostrado hoy su apoyo al proyecto para prohibir contratar los suministros (gas y luz) por teléfono. Ademas ha pedido que esta prohibición se extienda a otros sectores.
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Llamadas inesperadas a cualquier hora, preguntas inopinadas... pese a la normativa que regula y protege a los consumidores del spam telefónico, sigue sucediendo: de hecho, sabemos que 9 de cada 10 usuarios siguen recibiendo llamadas comerciales que ellos no han solicitado.
Y al otro lado del teléfono, a menudo compañías de telecomunicaciones o energéticas, para convencerte de que con su oferta ahorrarás dinero.
Con mucha palabrería, medias verdades y algunos datos no siempre ciertos.
El resultado es que, casi sin darse cuenta el usuario se encuentra contratando con una nueva compañía su suministro de electricidad o de gas, y a partir de ahí vienen sopresas y disgustos.
Desde OCU llevan años denunciando los abusos que se cometen en este tipo de contrataciones a distancia, especialmente con las compañías de gas y luz (las que reúnen las peores valoraciones de los clientes), aunque no son las únicas, por eso considera que esta medida debería ampliarse a otras empresas, como las de telefonía, que presentan también los mismos problemas motivados por la falta de transparencia y abusos.
Un proyecto que ofrece garantías
Ahora se está trabajando en el Reglamento General de Suministro y Contratación. A día de hoy es aún un proyecto, que está en fase de alegaciones, pero entre otras cosas plantea la prohibición de contratar la electricidad y el gas por teléfono.
Para OCU, esto supone indudablemente una mejora en la protección de los consumidores.
Prohibir este tipo de contratos acabaría con problemas como:
- Falta de transparencia: en distintos estudios hemos podido comprobar que a menudo el usuario ni siquiera sabe con quién está hablando, pues el teleoperador no identifica bien a la empresa para la que trabajaba.
- Engaños y abusos. Se manipulan datos y se "engaña" al usuario para que facilite informaciones sobre su tarifa, contratación, pagos... que sirven para prometer ahorros que luego no son tales. Y las palabras (y esas promesas) se las lleva el viento.
- El spam telefónico... Si no pueden formalizar el contrato, ya no tendrían sentido esas inoportunas llamadas no deseadas ni solicitadas. Las compañías solo podrían ponerse en contacto contigo si lo pides.