El COVID 19 pasa factura a la salud mental de españoles
El Covid 19 está pasando factura a la salud mental de los españoles. Un 34 por ciento de los ciudadanos define su estado de ánimo como “malo” o “muy malo”, lejos del 8 por ciento que reconocía estar en esa misma situación antes de la pandemia.
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Así lo asegura el avance de resultados del Estudio Paneuropeo AXA sobre Salud Mental que impulsa la Fundación AXA en España.
El panel, que se dará a conocer en profundidad en octubre, ha analizado aspectos como los hábitos adquiridos durante el confinamiento, el impacto emocional de la crisis económica o las valoraciones de las relaciones sociales, sanitarios o instituciones.
“Las situaciones de duelo, el miedo, el estrés o la angustia son aspectos que no podemos dejar pasar por alto porque tendrán un efecto directo sobre nuestro estado de salud y nuestro futuro”, ha afirmado en un comunicado Josep Alfonso, director general de la Fundación AXA.
En este sentido ha añadido que “España es uno de los países que han sufrido una merma emocional más importante en Europa y en el que el confinamiento, el impacto económico y las incertidumbres actuales han pesado sobre el estado de ánimo general de la población”.
Antes del confinamiento un 60 por ciento de los encuestados en España definía su salud mental como “buena” o “muy buena”, un porcentaje que cae 40 puntos porcentuales (hasta el 20%) tras las semanas de confinamiento.
Los datos reflejan, además, que sólo un 7 por ciento de los mayores de 65 años dice encontrarse bien frente al 33 por ciento que se siente mal o muy mal.
Un 44 por ciento de los encuestados, además, han reconocido haber tenido “problemas emocionales” concretos durante el confinamiento y un 18 por ciento los calificaba como serios.
Entre el catálogo de situaciones se destaca la tristeza, depresión y ansiedad en el más del 50 por ciento de los casos, mientras que las crisis de pareja y los ataques de pánico con un 14 por ciento y 9 por ciento respectivamente cierran el top 3 de problemas emocionales.
En paralelo, el 78 por ciento de los encuestados en España afirma que sus niveles de estrés se han incrementado y un 41 por ciento que ha llegado a perder el control de sus vidas, tendencia agudizada en las personas que se sienten peor.
Preguntados sobre la salud económica, el 48 por cienteo de los españoles afirma que su situación financiera ha empeorado, un porcentaje que sube al 61 por ciento en el caso de personas que se encuentran mal o muy mal emocionalmente.
Ocho de cada diez personas, además, dice que ha valorado solicitar ayuda profesional para afrontar los problemas emocionales rompiendo tabúes previos.
De hecho, el 14 por cieneto de los encuestados dice que está utilizando o ha utilizado ayuda profesional para afrontar los problemas, y un 51 por ciento dice que ha priorizado su bienestar mental durante este periodo.
Asimismo, el 81 por ciento de los españoles se sienten responsables de otras personas (especialmente mayores) y un 86 por ciento ha echado de menos el contacto físico más allá de su núcleo familiar.
Este hecho ha provocado además que durante las semanas de confinamiento los españoles reconozcan que han utilizado más herramientas online para socializar con seres queridos, familiares o amigos con el objetivo de mejorar el estado de ánimo.
Reconocimiento a los sanitarios
El estudio paneuropeo de AXA ha preguntado también por la valoración de la gestión de la pandemia de diferentes sectores con los sanitarios como los más valorados (83% los han valorado “bien” o “muy bien”);
seguido de Fuerzas Armadas, ciudadanía o sistema educativo. Los políticos y gobierno reciben la peor valoración, con sólo un 35% que define como “buena” o “muy buena” su gestión.
Además, la Fundación AXA, en colaboración con el Consejo General de Psicología de España, ha editado una guía emocional para afrontar la desescalada con consejos como centrarse en aspectos positivos, cuidar la imagen personal, confiar en la capacidad de adaptación e integrar experiencias novedosas, entre otras que permitan a los ciudadanos dotarse de herramientas para hacer frente a la situación emocional.