Celebración del Día Mundial de la Marihuana
El 20 de abril se celebra el Día Mundial de la Marihuana, una planta que ha causado una profunda polémica, debido a su uso y efectos en el cuerpo humano y en la sociedad y que se encuentra en España en tramitación para su posible uso medicinal.
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El origen de esta fecha se remonta al año 1971, cuando un grupo de estudiantes de California (Estados Unidos) denominado Los Waldos se reunían a una hora fija al terminar sus clases a fumar marihuana (4:20 de la tarde), estableciendo así el día 20 del mes 4 (abril) como el Día Mundial de la Marihuana.
La marihuana es una sustancia psicotrópica que se obtiene de la mezcla de hojas y flores secas de la planta de cáñamo índico (cannabis sativa), junto con sustancias aromáticas y azucaradas. Produce efectos y sensaciones euforizantes y alucinógenas.
Entre las maneras más habituales de consumir la marihuana se destacan los cigarrillos o porros, pipas de agua (bongs), mezclada con tabaco (blunt) y como infusión o té.
El uso recreativo, continuo e ilegal de la marihuana puede producir alteración de la conciencia y deterioro de la percepción, generando episodios de ansiedad y pánico.
Uso del cannabis como droga medicinal
El cannabis medicinal es utilizado terapéuticamente para tratar algunas enfermedades y aliviar determinados síntomas.
Está referido al uso de las preparaciones o principios activos de la planta Cannabis Sativa, denominados cannabinoides (tetrahidrocannabiol o THC y el cannabidiolo CBD).
Una de las formas de consumo más comunes es mezclada con alimentos comestibles, como brownies, galletas o dulces. Igualmente se consume con vaporizadores, cápsulas y aerosoles orales.
Entre los principales beneficios del cannabis medicinal, se destacan los siguientes:
- Reduce la inapetencia, náuseas y vómitos producidos por la quimioterapia aplicada a pacientes con cáncer.
- Para tratar el dolor y la espasticidad muscular en personas con VIH/SIDA.
- Reduce en un 85% la frecuencia de migrañas.
- Puede contribuir a aumentar la eficacia de los fármacos contra el cáncer.
La Organización Mundial de la Salud ha estipulado que el uso del Cannabidiol (CBD) como marihuana medicinal funciona como paliativo para enfermedades crónicas y para pacientes con epilepsia, ya que reduce el dolor y la inflamación.
Además no genera adicciones en los pacientes que la consumen en las cantidades indicadas.
El Ministerio de Sanidad ha comenzado en febrero el trámite para regular el cannabis medicinal en España, con la consulta pública del real decreto que ampliará su utilización farmacológica, que hasta ahora se restringe a dos medicamentos para la esclerosis y la epilepsia.
A falta de detallar la norma, estará destinada a aprobar los cinco usos para los que hay más evidencia, algo que recoge el documento del Congreso: inhibición de náuseas y vómitos en pacientes de cáncer; aumento de apetito y atenuación de pérdida de peso, sobre todo para enfermos de cáncer y sida; inhibición de dolor, especialmente crónico, ya sea neuropático, de tipo oncológico, migrañas o posoperatorios; inhibición de rigidez muscular, lo que puede tener utilidad en esclerosis, y acción inhibidora de convulsiones en epilepsias refractarias a otros tratamientos.
Según el Ministerio de Sanidad, la regulación planteada “es garantista en cuanto a la calidad de los productos y la seguridad de los pacientes”, y contemplará “la administración por vía oral de estos compuestos por ser la más adecuada en términos de efectividad terapéutica y seguridad para los pacientes”.
Como la evidencia del uso del cannabis es muy limitada, la regulación estará concebida para poder evolucionar e incorporar nuevos elementos a medida que se disponga de más información y de la propia experiencia del programa.
El Ministerio defiende que con la regulación España pasa a asemejarse a países del entorno que disponen de normativas que permiten el uso del cannabis medicinal, como Portugal, el Reino Unido o Noruega.
Y también se posiciona en la línea de la Organización Mundial de la Salud y de Naciones Unidas, que reconocen las potencialidades terapéuticas de estos compuestos.
En Israel y Canadá, dos de los países más avanzados en la regulación, lo usan entre un 0,6% y un 0,7% de sus habitantes, lo que llevado a España podría beneficiar a más de 200.000 personas.