TRIBUNA / Israel: el pueblo objetivo
Mario González defiende en este artículo de opinión que Israel es el objetivo de todos los enemigos del mundo libre y de la cristiandad. Los judios, lejos de condenas, sólo han hecho que defenderse del mundo árabe que pretende aniquilarle y con ella todo vestigio de la civilización occidental, la nuestra.
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TRIBUNA / El pueblo de Israel es el elegido
TRIBUNA / Israel: el pueblo objetivo
Ángel Coronado despedía el año con una tribuna titulada “El pueblo de Israel es el elegido” (EMS, 30.12.23) en el que condenaba la masacre del pueblo palestino y la promesa de más guerra para 2024 por parte de Israel. Pobres terroristas palestinos. Malditos judíos. Quiero ofrecerles otro punto de vista: el de una Israel objetivo de todos los enemigos del Mundo Libre y de la Cristiandad… de nuestros propios enemigos.
Hasta el más despistado de los alumnos del servicio público de educación y propaganda habrá oído hablar en España de un librito que algunos llaman ‘La Biblia’. Con las historias que allí se cuentan, particularmente con las del Antiguo Testamento que, fíjate tú qué casualidad, coincide con ‘La Torá’ de los judíos, cualquiera puede atisbar que la tierra de los judíos, más allá de la promesa de Dios, es precisamente la que después de la IIGM, en el 48, les adjudicara la ONU.
Resumiendo, que los judíos no están allí solo por una promesa de Dios sino también por un mandato de la ONU. Sin embargo, esos árabes tan juiciosos, avanzados, buenos chicos, etc… trataron de matar a los judíos desde justo el minuto después de que la ONU aprobara dicha ‘Partición’ (acertadamente o no, que ese es otro cantar). Desde entonces, los judíos no han hecho más que defenderse de ese mundo árabe que pretende aniquilarlos.
Si no han sucumbido todavía es gracias a dos factores clave: un servicio de inteligencia de primera, el Mossad, y un ejército de primera también gracias a la movilización total de la población y al apoyo del Tío Sam. Si es por la UE, Hitler se había salido con la suya. A Israel no le han dado un minuto de tregua. Ni uno. El territorio que detentan ahora no obedece sólo a ese mandato internacional, sino que es el resultado de las tres guerras ganadas consecutivamente al conjunto de los países árabes que constantemente buscan su perdición. La del 48 tras ‘la Partición’, la del 67 o ‘de los seis días’ y la del 73 o ‘del Yom Kipur’. Israel se ha tenido que ganar con sangre cada palmo de terreno de su actual territorio.
Tras esas guerras, los países árabes cambiaron de estrategia y apostaron por el terrorismo utilizando al pueblo palestino como una especie de quinta columna contra una Israel que siempre quiso convivir con ellos en paz y armonía. Los que rechazan la convivencia son los árabes.
Así que manipularon a los palestinos para intentar reventar a Israel desde dentro –al modo de la ETA, para que nos entendamos- y cuando la Autoridad Nacional Palestina se empezó a rebelarse ante esa utilización a manos de sus hermanos árabes, éstos se sacaron de la manga con dinero –que es lo único que tienen gracias al petróleo- a Hamás que es la banda terrorista que ahora gobierna y utiliza la Franja de Gaza como base para el lanzamiento de misiles contra Israel y que se protege bajo el escudo humano de los palestinos. Así que, en realidad, el pueblo palestino está siendo masacrado por Hamás, no por Israel.
El enésimo capítulo de esta guerra que ya va para 76 años es este ataque del 07.10.23 de Hamás con misiles indiscriminados y una incursión en la que violaron, quemaron y mataron a más de 1.200 judíos y se llevaron a otros 240 secuestrados. ¿Qué había hecho Israel? ¿Qué proporcionalidad debería guardar?
Los judíos son las víctimas y no los verdugos. Y si dieran la respuesta proporcional que se les demanda tendrían que entrar casa por casa en Gaza violando, quemando y matando a todos los que pillaran dentro hasta no dejar a uno solo vivo. Sin embargo, no hay nada de eso. Lo que no muestra la radio y televisión –eso sí que es un bombardeo- es la operación militar con la que Israel pretende extirpar el cáncer de Hamás de Gaza cueste lo que cueste porque, sencillamente, les va la vida en ello.
Nadie pretende cristianizar a los musulmanes, empero ellos siguen empeñados en islamizarnos a todos y en aniquilar al pueblo judío. En esta lucha, me encontraréis con los judíos. Entiendo, además, que cuando acaben con los judíos vendrán a por nosotros. Israel lucha por la libertad y la civilización, mientras Hamás lucha por todo lo contrario. Lo más cierto es que Israel es la única puerta que nos queda frente a los nazis de Hamás y frente a la oscuridad que los acompaña. Por eso resulta curioso ver a los mismos que lamentan el gobierno talibán en Afganistán, posicionados ahora con Hamás. Hamás ha acabado con el Pueblo Palestino, al menos en Gaza, pero claro eso no os importa. Os viene mejor este resumen: Pobres terroristas palestinos de Hamás y malditos judíos. Sabed algo: el que quiera libertad para sí y para los suyos, más le vale apoyar a Israel. Dicho queda. Feliz Año.
Fdo: Mario González Casado. Abogado. Maútiko Abogados.