TRIBUNA/ ¿Qué es democracia? (3)
Amalio de Marichalar insiste en este artículo de opinión sobre la importancia de la verdad, por encima de la soberbia, y de todos los valores que conforman la democracia, y que al igual que nos enseñó Numancia, que encabezó la libertad, y la cultura grecorromana y cristiana, son sus valores imperecederos donde la sociedad ha de fortalecer siempre su devenir y además son los constitutivos de los fundamentos básicos y permanentes de la democracia.
El Gobierno hace público el patrimonio de ministros
Llamamiento a extremar precaución sanitaria en Semana Santa
TRIBUNA/ ¿Qué es democracia? (3)
En un mundo global la democracia ha de jugar un papel trascendental. Paz y seguridad, derechos humanos, y desarrollo sostenible, han de ser el soporte esencial de la democracia del siglo XXI, y nada de ello puede aplicarse sin los valores imperecederos de la libertad, la verdad, la confianza, la dignidad, el honor, la honestidad, la honradez, la nobleza de espíritu, la unión de esfuerzos, el sacrificio....todos ellos valores que custodia y nos enseña en su dos mil ciento cincuenta aniversario, la heroica ciudad de Numancia, y unido todo ello a nuestra cultura grecorromana y cristiana, se acrisola, y es antecedente a través de los siglos de los derechos humanos y de la democracia .
Hoy en nuestra cultura, el ser humano quiere concebirse como quien decide lo que es verdadero y no lo es, lo que es bueno y malo. Se piensa que cada uno puede decidir por su cuenta, sin ver la realidad con objetividad, imponiendo a los demás nuestros gustos, y opiniones con una profunda soberbia .
Pero existe una verdad objetiva, por encima de la verdad subjetiva. Hay que tratar de adecuar las cosas a como son las cosas de verdad, una verdad por encima de las opiniones subjetivas de las personas, no engañándose a uno mismo, reconociéndolo humildemente, y adecuar la vida al orden objetivo, de la naturaleza, de la moral, a la ley natural. La verdad os hará libres, como dice el evangelio, o como también dice Antonio Machado ... Tu verdad no. La verdad, y ven conmigo a buscarla, la tuya quédatela...
Todo esto es hoy más importante que nunca, pues dados los avances tecnológicos y de cualquier orden, el ser humano ha de ser aún más prudente en su verdadero desempeño de la responsabilidad que tenga. En ello los gobiernos y las instituciones públicas tienen enorme responsabilidad, pero también el conjunto de la sociedad, y todos los sectores privados, si bien es una responsabilidad compartida pero diferenciada
No puede concebirse una democracia que no sea ejemplar, y al frente sus máximos representantes, de ahí que estemos viendo verdaderos desequilibrios globales y locales al no practicar con impecable rectitud los principios democráticos de cualquier sociedad avanzada.
Europa es el origen de la democracia y encabeza el ejemplo de las democracias del siglo XXI, siendo en su conjunto una fortaleza paradigmática de ello. Hemos visto recientes desequilibrios en Estados Unidos, como ejemplo que es también de democracia y nadie está exento de errores, pero que lógicamente se han repuesto con sabia inmediatez dada la trayectoria de ese gran país. La democracia no sólo ha de ejercerse cada cuatro años coincidiendo con una votación y por supuesto guardar escrupulosamente la limpieza de la llamada al voto, pues hoy, ante la carrera de acontecimientos, todos los días han de ejercerse los usos y prácticas democráticas diarias, pues de lo contrario se estaría desvirtuando esa llamada al voto cada cierto tiempo.
Es por todo ello que ejemplos como los de la Canciller Merkel de ayer mismo pidiendo perdón a los Alemanes por la toma de medidas demasiado restrictivas para la Semana Santa, no solamente dignifican a la persona sino que la convierten en ejemplo y referencia esencial de la democracia.
Su seguimiento continuado de la pandemia presidido por la honda tristeza ante una circunstancia tan dramática y extraordinaria, con miles de muertos y sus familias, su toma de medidas inmediatas y dirigidas a la no destrucción de empleo y de empresas, su transparencia en datos e información etc...
Otros países, cada uno con su casuística pero también respondiendo ante posibles negligencias en la pandemia ante la justicia, como Francia o Italia, sin ningún impedimento... , todo ello son ejemplos de cómo se practica la democracia y además en momentos tan excepcionalmente duros para toda la sociedad.
Aquí podemos poner también el ejemplo de Madrid, con su transparencia informativa para lo bueno y lo malo, su lucha para aminorar la tragedia devastadora utilizando la mejor inversión pública en construir un hospital ejemplar, referencia internacional, y previamente la adaptación de la feria de muestras para priorizar la salud de todos y ejemplo también en los momentos más duros para la OMS, y para el mundo, sus compras de urgencia para proteger a los sanitarios desde el minuto uno, y después los mejores equipos de mascarillas para todos los madrileños, la proximidad de su Presidenta y su equipo a la tragedia de tantos miles de madrileños entregando cariño y respuestas a sus familias en lo espiritual y en lo material y urgente, hasta más allá de lo humanamente posible, la concentración de esfuerzos para proteger el trabajo y supervivencia de los más desfavorecidos, los autónomos, y los empresarios de los sectores más duramente afectados y ya desde hace más de un año. La permanente preocupación por el bienestar de todos los madrileños y de todo el resto de españoles que viven en Madrid así como de los extranjeros, y también de los españoles fuera de Madrid, la petición de medidas de control y paliativas en el aeropuerto y siempre en la vanguardia de todas las acciones conducentes a mejorar la situación o amortiguar lo imposible de controlar, pero siempre dispuesta a corregir los errores y diseñar las más eficaces e inteligentes soluciones ...
Además, todo lo anterior luchando contra quien ataca la democracia desde su posición presidiendo el Gobierno, teniendo que enseñarle una y otra vez que su empecinamiento pervirtiendo su obligación transparente con Madrid no es precisamente el ejercicio de los valores de la democracia.
Son estos ejemplos viva puesta en práctica de principios y valores que buscan la verdad y cuyas personas dan toda la confianza que la sociedad requiere y la democracia exige para preservarla y aplicarla . Estamos hablando de la democracia del siglo XXI, y de los intrínsecos principios que la sustentan y donde las personas que la representan al más alto nivel público han tomado el camino del compromiso con la verdad , con el bien común y con la democracia. Democracia no es presumir de serlo. Democracia es creer firmemente en ella y aplicar sus principios y fundamentos todos los días, prescindiendo de la soberbia y buscando el orden objetivo, la moral y la ley natural por encima de visiones egoístas, perversas, hipócritas, desleales, innobles e indignas.
Es de personas valientes, comprometidas, honestas, limpias, nobles, leales, dignas, y buenas, entender su alta responsabilidad política al servicio de los demás, y sin servirse de los demás, practicando estas virtudes y compromiso diario en bien de su alta misión para perseguir el bien común y proteger la esencia de la democracia. Madrid tiene hoy la suerte de rodearse de esos valores esenciales en democracia, y su presidenta, que los encarna, habiendo convertido a Madrid en ejemplo de Europa, como así reconocen las democracias europeas.
Todo lo que no sea eso es pervertir la democracia, es utilizar su credencial para hipotecar la vida de los demás, para destruir los valores de la sociedad, para conducir intereses espurios con engaños, fraudes, manipulaciones y utilizando la mentira como motor sistemático de esa no democracia, al fin, con una muy corta visión, pero en el camino con una muy mala utilización de los resortes que permite la democracia para tornarlos en el ejercicio de la indignidad y de la práctica del mal.
El ejemplo de ello es de quien ha decidido, sin tener por qué hacerlo, elegir a partidos y personas que sustentan su día a día en el ejercicio de esa mentira y engaño aunque eso sí, sin disimular, más bien presumir de querer destruir la mismísima democracia y con ella a España.
Es muy provocador, insensato y maligno optar por este indigno camino quebrando conscientemente los fundamentos de la democracia y, además, que es lo sorprendente y perverso, llamándole permanentemente a la coherencia y rectitud, no querer hacerlo. Atacar Madrid, desde el Gobierno. no es democracia, permitir ataques desde el gobierno a la constitución, no es democracia, ataques al estado de derecho, no es democracia, ataques al Rey que es el Jefe del Estado, no es democracia, ataques a la independencia judicial, no es democracia, Menos mal que aún así, si cree en la dignidad y en los valores algún miembro destacado del gobierno, como es la ministra de defensa, que nos hace aún con todo, tener la esperanza de que el sentido común sea el que quiera volver a los valores de la democracia, hoy desgraciadamente atacados visceralmente, y sin querer protegerlos, con una manifiesta irresponsabilidad, falta mínima de seriedad, y muy alta falta de la mínima moralidad y ejemplaridad, trascendental todo ello para defender todos los días los fundamentos más esenciales de la democracia.
Llamamos desde la sociedad civil permanentemente, con diálogo constante, a corregir todo ello, y tornar a la responsabilidad y sensatez, en bien de la democracia y en bien de España. Nadie en Europa está entendiendo mínimamente esta incomprensible y además peligrosa e innecesaria situación .
Fdo: Amalio de Marichalar. Conde de Ripalda