Pedro Sánchez: "Queremos y debemos evitar un nuevo confinamiento domiciliario"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado, durante una comparecencia institucional en La Moncloa, que todos debemos actuar con determinación, con la máxima disciplina social y con unidad para doblegar la curva de contagios por COVID-19, salvar empleos y consolidar la recuperación económica.
El jefe del Ejecutivo ha manifestado que España y toda Europa tienen la obligación de aplicar nuevas medidas o endurecer las existentes para frenar la transmisión del coronavirus.
En el caso de España, Pedro Sánchez ha recordado que la cifra oficial de contagiados ha ascendido esta semana a un millón y que los estudios de seroprevalencia realizados indican que el número real de personas que han estado infectadas supera los tres millones.
Además, se ha duplicado la cifra de casos notificados en 24 horas con respecto al peor día de la primera ola, si bien las cifras de hospitalizados y fallecidos son inferiores a las de entonces porque se ha pasado de hacer 30.000 PCR diarias en las primeras semanas a más de 100.000 en la actualidad.
"La primera semana de octubre alcanzamos un récord de más de 800.000 pruebas diagnósticas de infección activa", ha dicho el presidente.
Sánchez ha indicado que la llegada del frío y la incidencia de las enfermedades respiratorias estacionales como la gripe conforman un contexto propicio para propagar la epidemia y volver a tensionar el sistema sanitario, por lo que las comunidades autónomas han hecho un esfuerzo para adoptar medidas suplementarias con el fin de frenar los contagios.
No obstante, el presidente ha recalcado que la difusión del virus no ha desaparecido, por lo que el objetivo es intensificar las acciones para doblegar juntos la segunda curva: "La situación es grave. Y entre todos, debemos actuar con determinación, con la máxima disciplina social y la necesaria e imprescindible unidad. Protegiendo la salud pública de todos y unidos todos frente al virus".
Evitar un nuevo confinamiento
Sánchez ha argumentado que la situación no es comparable a la vivida el 14 de marzo, que obligó a decretar un confinamiento domiciliario general, y "podemos conseguir detener la transmisión del virus sin detener la vida" y con menos sacrificios porque en la segunda ola estamos mucho mejor preparados: hacemos más pruebas, el sistema sanitario tiene más material y la sociedad conoce las vías de transmisión.
En este sentido, ha manifestado que ni el Gobierno, ni las comunidades autónomas ni los ayuntamientos tienen ningún interés en imponer más limitaciones que las imprescindibles para evitar la propagación de la pandemia: "Queremos y debemos evitar a toda costa recurrir a un nuevo confinamiento domiciliario como el que vivimos durante semanas en primavera".
Cuatro niveles de alerta por territorios y medidas proporcionales
El presidente ha valorado positivamente tanto el trabajo realizado por las comunidades y ciudades autónomas como el acuerdo alcanzado ayer por el pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en el que participan junto al Ministerio de Sanidad, y que ha permitido establecer niveles de riesgo, según la situación concreta de cada territorio en cada momento, y medidas acordes con cada uno de ellos.
En concreto, se han definido cuatro niveles de riesgo: bajo, medio, alto o extremo, en función de varios indicadores técnicos.
El primero de estos marcadores es el número de casos detectados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Así, una ratio de menos de 25 casos será riesgo bajo y por encima, riesgo medio. Una incidencia de 150 casos se considerará riesgo alto y, si supera los 250 casos por cada 100.000 habitantes, extremo. Los niveles de los últimos 7 días, la incidencia específica en los mayores de 65 años, el nivel de positividad de las pruebas y el porcentaje de casos con trazabilidad, es decir, que se conozca exactamente cuál es el origen de la infección, serán también tenidos en cuenta.
El segundo indicador será el grado de ocupación de los servicios hospitalarios y también de las camas UCI. Se considerará riesgo muy alto si el número de camas ocupadas por pacientes de COVID supera el 15% en hospitalización global y el 25% en el caso de las camas de UCI.
Según la situación de cada territorio en este "semáforo" de alertas -como lo ha denominado Sánchez- se adoptarán unas u otras medidas, que podrán ir desde la reducción proporcional de aforos y reuniones en los niveles bajo y medio de riesgo hasta la suspensión de actividades no esenciales en el nivel alto. Cuando un territorio alcance el nivel 4 o extremo, se podrá, por ejemplo, solicitar la declaración del Estado de Alarma. Cada comunidad y ciudad autónoma decidirá qué medidas adopta y cuándo, y lo pondrá previamente en conocimiento del Ministerio de Sanidad.
Sánchez ha planteado "un reto colectivo" para las próximas semanas: lograr que la incidencia acumulada actual, de 348 casos por cada 100.000 habitantes, se rebaje a los 25 casos por 100.000 habitantes.
Para conseguirlo, ha apelado, además de a la movilización coordinada de las administraciones públicas, a la colaboración de la ciudadanía: "Podemos volver a contener al virus si todos cooperamos, con resistencia, con disciplina social, con espíritu de equipo y con moral de victoria".
Precisamente, el jefe del Ejecutivo trasladará el lunes ese mensaje de coordinación y unidad en la XXIII Conferencia de Presidentes, que contará con la asistencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y abordará la movilización de 140.000 millones de euros del fondo de recuperación.