España defiende en Europa un consumo responsable

"Las decisiones de consumo no son neutrales ni simétricas", ha dicho ayer para referirse a la huella ecológica del consumo y a las diferencias que acarrea sobre determinados grupos sociales. Por ello, Garzón ha propuesto "avanzar en un consumo sostenible para preservar el planeta".

Garzón, que ha participado por videoconferencia en el Consejo Informal de Ministros de Consumo que se celebra bajo la presidencia alemana de la UE, ha abordado junto al resto de ministros los principales ejes de la nueva hoja de ruta sobre Consumo en la UE para los próximos años.

El ministro español ha valorado que se trate de un "avance importante" en transición ecológica en línea con la nueva Estrategia de Economía Circular que desarrolla el Gobierno de España y ha calificado el actual modelo de producción y consumo como "insostenible".

En ese sentido, Garzón ha puesto en valor los planes del Gobierno de España en materia de consumo sostenible y ha avanzado que su cartera trabaja en un cambio normativo sobre la información al consumidor en la adquisición de productos no perecederos y que pasa por ampliar los contenidos sobre durabilidad, mantenimiento y capacidad de reparación de los productos no perecederos.

"Nuestro objetivo es lograr una adecuada protección de los derechos de los consumidores y del medio ambiente", ha dicho Garzón, para quien la preservación de la vida y la salud de las personas, los seres vivos y los ecosistemas es "fundamental".

"Es el momento de impulsar modelos alternativos de consumo y ocio, que permitan minimizar la contaminación y el uso de sustancias tóxicas, mientras que, al mismo tiempo, motivarían el comercio de proximidad", ha añadido.

Escudo social y consumidor vulnerable

De otro lado, Garzón ha repasado las medidas puestas en marcha por el Gobierno de España durante la pandemia y ha destacado, ante el resto de ministros europeos, los "esfuerzos" para garantizar los derechos de los consumidores.

Asimismo, ha explicado a los socios europeos las medidas del escudo social para proteger los consumidores vulnerables, tales como las prohibiciones de cortes de suministros o los desahucios.

En ese sentido, Garzón ha avanzado la reforma de la actual Ley General de Defensa de los Consumidores y Usuarios para la incorporación del concepto consumidor vulnerable, con el que pretende proteger a grupos en situación de vulnerabilidad como personas mayores y menores, población rural, personas sin acceso a internet o grupos femeninos.