Los vascos tienen el doble de oportunidades de renta que los extremeños
Los habitantes del País Vasco tienen el doble de oportunidades de renta que los de Extremadura, aunque se haya reducido la desigualdad y la pobreza en España, según un estudio de la Fundación Ramón Areces y el Ivie que analiza la prosperidad, la desigualdad y la pobreza de los hogares españoles y compara los resultados por comunidades, provincias y municipios de mayor tamaño.
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El indicador de oportunidades de renta permite distinguir a los individuos por sus niveles de ingresos y características personales y, de esa forma, clasificar a las regiones según el mayor o menor peso de población con mayor renta
Además, proporciona un análisis más profundo del bienestar, porque se centra en cómo los beneficios del crecimiento económico llegan o no a diferentes sectores de la población.
Las comunidades con mejores oportunidades o prosperidad relativa son País Vasco, Madrid, Navarra y Cataluña, mientras que Extremadura, Andalucía, Murcia, Canarias y Castilla-La Mancha son las que proporcionan menores oportunidades a sus habitantes.
Para construir este ranking, la comunidad con el máximo nivel de oportunidades (aquella con mayor porcentaje de población con niveles elevados de renta) se señala con el valor 100 y se establecen, en puntos, las diferencias con el resto.
La mayor diferencia se observa entre el País Vasco y Extremadura, las dos comunidades situadas en los extremos.
Los casi 50 puntos de distancia que las separan indican que los habitantes del País Vasco tienen el doble de oportunidades de renta que los de Extremadura.
Estos datos generales también varían cuando analizamos las diferencias de oportunidades de renta de los ciudadanos por edad y por sexo.
Los menores de edad tienen peores oportunidades de renta en relación con las personas en edad laboral, entre 18 y 65 años, pero, sobre todo, respecto a los mayores de 65 años que son, en todas las regiones, excepto en País Vasco, los que muestran mayor prosperidad relativa. Las mayores diferencias de prosperidad entre niños y mayores se dan en Navarra, con más de 35 puntos de distancia entre las oportunidades de renta de unos y otros, mientras que la menor se observa en Castilla-La Mancha, con solo 11,7 puntos.
Aunque todavía son muy pronunciadas, las diferencias de oportunidades de renta entre tramos de edad se han suavizado ligeramente entre 2015 y 2021 (último año disponible).
En el periodo analizado, que incluye la crisis de la covid-19, se ha reducido casi cinco puntos la distancia media que separa las oportunidades de renta de los mayores de 65 años respecto a los menores de 18 desde los 25,5 puntos de media a 20,9 puntos en 2021.
La monografía Distribución geográfica de la renta de los hogares en España: prosperidad, desigualdad y pobreza, que han presentado la Fundación Ramón Areces y el Ivie, analiza la prosperidad, la desigualdad y la pobreza de los hogares españoles y compara los resultados por Comunidades, provincias y municipios de mayor tamaño.
En el caso de la prosperidad relativa u oportunidades de renta, además de la edad, el sexo es otro de los elementos que hace variar significativamente las opciones.
Las mayores brechas de género se muestran en País Vasco, Asturias y Navarra, con más de 7 puntos de diferencia entre las oportunidades de renta de los hombres y de las mujeres, siempre a favor de los primeros.
La menor brecha de género se observa en algunas de las comunidades menos ricas: Murcia, Extremadura y Andalucía.
Sin embargo, al contrario de lo ocurrido en las diferencias por edad, la desigualdad en oportunidades de renta entre hombres y mujeres ha crecido en todas las regiones desde 2015, excepto en Asturias, que se mantiene estable. Es decir, la brecha de género en este indicador se ha ampliado tanto en las regiones ricas como en las pobres.
Las autonomías en las que más ha aumentado esa diferencia entre hombres y mujeres son Madrid, Andalucía y la Comunitat Valenciana.
Desigualdad en la distribución de la renta
Junto a las oportunidades de renta, que mide las perspectivas de mejora, la monografía analiza la desigualdad en la distribución real de la renta de las familias, a través de dos indicadores: el índice de Gini, y la ratio P80/P20, que calcula la distancia entre la renta media del 20% de la población más rica, frente al 20% más pobre.
Los autores del documento han comprobado una evolución positiva en todas las comunidades, con la reducción de la desigualdad general desde 2015.
Mientras que ese año el 20 por ciento de la población más rica tenía unos ingresos 2,9 veces superiores a los del 20 por ciento más pobre, la situación ha mejorado 0,3 puntos hasta dejar la diferencia en 2,6 puntos en 2021.
Sin embargo, nuevamente se aprecian importantes diferencias regionales. Destacan Andalucía, Castilla-La Mancha y Comunitat Valenciana como las regiones que más han conseguido reducirla (-0,5), frente a Cataluña, donde la desigualdad solo se ha recortado en 0,1 puntos.
En 2021, la mayor desigualdad de renta se aprecia en tres comunidades que se sitúan en los extremos en cuanto a prosperidad.
Registran mayores desigualdades Madrid (3,1) y Cataluña (2,8), dos autonomías con elevadas oportunidades de renta; pero también Canarias (2,8), situada entre las menos prósperas.
Frente a estas, las regiones con oportunidades medias son también las más igualitarias.
Por último, el estudio, elaborado por la investigadora del Ivie Carmen Herrero y el economista, también del Instituto, Carlos Albert, revisa la situación de la población con menores recursos, a través del análisis de la pobreza relativa (porcentaje de habitantes cuya renta está por debajo del 60% de la media) y la pobreza extrema o riesgo de exclusión (personas cuya renta es inferior al 40% de la media).
El porcentaje de personas en pobreza relativa ha disminuido casi tres puntos porcentuales de media en España desde 2015, hasta situarse en un 19,6% en 2021. Sin embargo, al diferenciar por tramos de edad, el grupo de los niños y jóvenes hasta 18 años sigue siendo el más perjudicado con un 27,1% en situación de pobreza relativa. Pese a ser un porcentaje elevado, se ha reducido en 4,5 puntos respecto al dato de 2015 (31,6%).
En todas las comunidades se ha experimentado entre 2015 y 2021 una reducción de la población cuyos ingresos están por debajo del 60 por ciento de la media de renta, sin embargo, la mejora más pronunciada se ha registrado en Andalucía y Comunitat Valenciana.
País Vasco, Aragón y Navarra son las regiones en las que el porcentaje de población con ingresos por debajo del 60% de la media es menor, 13,8%, 15,4% y 15,9%, respectivamente. Por su parte, Andalucía (27,2%), Extremadura (27%) y Canarias (26,1%) muestran las cifras más elevadas de pobreza relativa.
La pobreza extrema también ha disminuido en todas las Comunidades, de manera especialmente acusada en Andalucía, con una caída de 5,1 puntos, frente a la reducción de 3,2 puntos a nivel nacional.
En España, un 8,8 por ciento de personas vivía con unos ingresos inferiores al 40 por ciento de la renta media nacional en 2021, frente al 12,1 por ciento de 2015.
En 2021, Andalucía es la región con mayor porcentaje de personas en pobreza extrema, un 12,3%, mientras que en Aragón se observa el menor porcentaje, un 6,5%.
Desagregación provincial, capitales de provincia y municipios más poblados
El análisis de las oportunidades de renta, la desigualdad y la pobreza se extiende también al ámbito de las provincias, sus capitales y a los municipios de mayor tamaño.
En cuanto a los resultados por delimitación provincial, Guipúzcoa, Vizcaya, Madrid y Barcelona son las que presentan más oportunidades de renta, mientras que Almería, Badajoz y Alicante son las menos prósperas.
En el análisis provincial de la desigualdad, destaca el nivel elevado de Madrid, donde los ingresos del 20 por ciento de la población más rica triplican a los de los ciudadanos situados en la franja del 20 por ciento más pobre
Todas las provincias mediterráneas, excepto Castellón y Valencia, se encuentran entre las que presentan índices altos de desigualdad, así como las provincias canarias y Navarra.
Por el contrario, Palencia y Soria aparecen como las más igualitarias.
Por último, los mayores datos de pobreza relativa se observan en las provincias de Almería (31,4%), seguida de Alicante, Granada, Cádiz, Granada y Badajoz.
En cuanto a la pobreza extrema o riesgo de exclusión, también afecta especialmente a las provincias del sur, concretamente a Almería, Granada, Alicante y Málaga, con más de un 13% de su población en riesgo de exclusión.
Para realizar el análisis específico por capitales de provincia y municipios, la monografía clasifica a las primeras en función de su población, para de esa manera poder hacer comparaciones equiparables entre iguales.
En el caso de las capitales de más de 500.000 habitantes, Barcelona y Madrid se sitúan como las ciudades que ofrecen más oportunidades de renta, pero, al mismo tiempo, son las que registran mayor nivel de desigualdad. Por su parte, Sevilla y Málaga muestran los mayores porcentajes de personas en situación de pobreza relativa y extrema.
Respecto al grupo de ciudades entre 300.000 y 500.000 habitantes, Bilbao destaca claramente en oportunidades de renta sobre las demás y cierra el grupo Alicante, que también es la provincia más desigual.
Por su parte, Donostia/San Sebastián ocupa la primera posición en prosperidad entre las capitales de 150.000 a 300.000 habitantes, en contraste con Almería, Badajoz o Santa Cruz de Tenerife. Las más desiguales en este grupo son Granada y Santa Cruz de Tenerife.
Entre las capitales de 80.000 a 150.000 habitantes, Toledo es la que tiene mejores oportunidades de renta, mientras que Huelva obtiene los peores resultados. Girona y Tarragona son las capitales con mayor índice de desigualdad.
Por último, en las capitales más pequeñas, las mejores oportunidades se dan en Teruel y las menores en Zamora. Teruel es también la más igualitaria y Ciudad Real la más desigual.