El Numancia, otra temporada más en tierra de nadie
Al equipo soriano le lastra en la clasificación los quince empates cosechados
El Leganés cede terreno ante sus perseguidores en la Liga Adelante
La falta de fortuna condena al Numancia en Tarragona (1-0)
La derrota del Numancia en Tarragona ha dejado al equipo soriano con muy pocas opciones de meterse en la lucha por disputar la fase de promoción a Primera. Quedan por delante once partidos y el equipo de Jagoba Arrasate necesitaría sumar al menos nueve victorias para tener alguna posibilidad de cumplir un sueño que se le resiste al equipo soriano,
Los números del Numancia en la actual temporada no dan para creer en la remontada -ocho victorias, quince empates y ocho derrotas- y todo pasa por llegar cuanto antes a la barrera de los cincuenta puntos que, a priori, marca la salvación de la categoría, objetivo ineludible del equipo soriano.
Con 39 puntos en la clasificación, el equipo de Jagoba Arrasate ha desperdiciado en marzo la posibilidad de soñar con metas mayores. Las dos derrotas a domicilio -en especial la de Ponferrada- y el empate frente al Córdoba, han disipado sus opciones. Hoy está a nueve puntos de la promoción y a siete puntos del descenso y con un partido vital en el horizonte: el del próximo domingo (17:00 horas), frente al Huesca de Juan Antonio Anquela.
Al Numancia le restan seis partidos en Los Pajaritos, cuatro de ellos frente a equipos metidos o cerca del descenso, los que no se le dan bien al conjunto soriano,por tradición: Huesca, Llagostera, Almería y Albacete. Además tiene que recibir en su casa al Zaragoza, en del denominado derbi del Moncayo, y al Lugo.
En los desplazamientos tiene que jugar en el campo de equipos de la zona noble de la Liga Adelante: Oviedo, Mirandés, Leganés, Osasuna y Alavés.
Precedentes
Desde que el Numancia regresó de Primera División se le ha esfumado demasiado pronto la posibilidad de disputar una fase de promoción. En este tiempo han pasado cuatro entrenadores y ninguno ha conducido al equipo a su sueño.
Mención aparte merece Gonzalo Arconada, en su segunda etapa en el equipo soriano, en la temporada 2009-10. El equipo, en la jornada trigésimo primera, entonces sin fase de promoción, ocupaba la sexta plaza, con 47 puntos, a doce del descenso. Si hubiese habido play-off, posiblemente el Numancia hubiese estado en ella.
Las temporadas siguientes han sido un querer y no poder. La campaña 2010-11, con Juan Carlos Unzué en el banquillo y nuevo sistema de juego,el Numancia era décimo segundo en la clasificación, con 42 puntos, a seis de la promoción y a nueve del descenso. Finalmente se quedó en tierra de nadie.
En la siguiente, con Pablo Machín en el banquillo, el Numancia era noveno con 46 puntos en la jornada trigésimo primera, a cinco puntos de la promoción y a 16 del descenso. Al final, en mitad de la tabla. En la siguiente, también con Machín como entrenador, el Numancia era décimo tercero en la trigésimo primera jornada, con 42 puntos, a nueve de la promoción y a diez del descenso. Al final de temporada, cómoda salvación pero poco más.
Con la llegada de Juan Antonio Anquela al banquillo, las cosas no cambiaron, aunque el equipo comenzó bien en la temporada 2013-14. En la trigésimo primera jornada, el equipo era octavo en la clasificación, con 43 puntos, a uno de la promoción y cinco del descenso. Finalmente, el equipo se desinfló hasta mitad de la tabla.
En la segunda campaña de Anquela, el equipo peleó por no meterse en zona de descenso en la segunda vuelta. En la trigésimo primera, el Numancia era décimo, con 42 puntos, a cinco de la promoción y 13 del descenso. Los últimos partidos fueron una auténtica agonía hasta conseguir la salvación matemática.
Estos son los precedentes de un Numancia que, ahora con Jagoba Arrasate en el banquillo, tampoco termina de coger la buena ola que le lleve a cumplir el sueño del play-off, aunque conseguir la salvación y estar otra temporada más en la LFP sea ya todo un objetivo para un club modesto como el soriano.
