Tierra de Sabor garantiza la calidad del lechazo
Bajo los marchamos de Tierra de Sabor y la IGP Lechazo de Castilla y León se sacrifican más de 460.000 lechazos anualmente, lo que representa un valor económico de unos 19 millones de euros.
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El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha visitado esta mañana la explotación de ganado ovino Hegradeca ubicada en la localidad zamorana de Villalpando. En ella, Carnero ha querido resaltar “el importante trabajo que están haciendo los productores, las figuras de calidad y las autoridades competentes para garantizar la trazabilidad del lechazo y ofrecer al consumidor un producto de máxima calidad y con origen en Castilla y León”.
Como ha recordado el consejero “es muy importante que el consumidor tenga claro que los lechazos que llevan la vitola de Tierra de Sabor han nacido, se han criado y se han sacrificado en nuestra Comunidad”. Además, si quiere que el lechazo provenga de una de las razas autóctonas de Castilla y León, la vitola que ha de buscar es la de la IGP Lechazo de Castilla y León en la que está integrado el logotipo del corazón amarillo.
Para garantizar que los lechazos que llevan las vitolas de la IGP y de Tierra de Sabor cumplen los requisitos establecidos en sus respectivos pliegos de condiciones, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, la IGP Lechazo de Castilla y León, el Seprona y Consumo, en cumplimiento de las funciones que cada uno tiene atribuidas, tienen implantados programas de control sistemáticos a las figuras de calidad diferenciada y a los operadores autorizados para el uso de la marca Tierra de Sabor.
Los controles garantizan: el origen en Castilla y León, los condicionantes de calidad de la IGP, los pliegos de calidad con Tierra de Sabor, el correcto etiquetado, la trazabilidad, el correcto uso de los logotipos y detectan si existe publicidad engañosa.
IGP Lechazo de Castilla y León
La IGP Lechazo de Castilla y León es una figura de calidad reconocida desde el año 1997. En el año 2018 estaban inscritas 803 explotaciones y 26 industrias. Todos los lechazos amparados por la IGP también están reconocidos por la marca de garantía Tierra de Sabor.
Los lechazos de IGP son de razas autóctonas de Castilla y León: churra, castellana y ojalada. Son lechazos nacidos, criados y sacrificados en Castilla y León y que cumplen las normas de la IGP. Llevan la vitola de la IGP e integrado el logotipo de Tierra de Sabor.
Además, se sacrifican otros lechazos amparados por el distintivo del corazón amarillo. Los lechazos de Tierra de Sabor también son nacidos, criados y sacrificados en Castilla y León y cumplen un pliego de condiciones técnicas de calidad. No son de las razas autóctonas anteriormente citadas pero cumplen unos altos requisitos de calidad.
En total, operan bajo estos marchamos de calidad y origen alrededor de 1.500 explotaciones que sacrifican más de 460.000 lechazos anualmente, lo que representa un valor económico de unos 19 millones de euros.
Lechazo, producto de calidad
El lechazo es un producto de excelente calidad, vinculado fuertemente al territorio de Castilla y León que además es uno de los abanderados gastronómicos de la Comunidad. Es sinónimo de tradición y se trata de un producto altamente sostenible y natural, lo que le otorga valores añadidos que los consumidores demandan a la hora de escoger qué comer.
El consumo de lechazo suele estar asociado al consumo estacional en las fechas navideñas, no obstante, se trata de un producto que no tiene un carácter productivo estacional ya que las granjas tienen lechazo todo el año.
El lechazo es un alimento rico en proteínas de alto valor biológico y con un importante contenido en aminoácidos esenciales. Entre sus beneficios también destaca la capacidad para regular el funcionamiento del sistema cardiovascular a través de la vitamina B. De hecho, una ración de chuletillas aporta el 40% de la ingesta recomendada de niacina y vitamina B. Por lo tanto, se trata de un alimento aconsejable para una dieta equilibrada.