La Junta interviene para proteger del agua al monasterio de Huerta
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León ha autorizado a la Consejería de Cultura y Turismo la concesión de una subvención de 240.813 euros para llevar a cabo diversas actuaciones de protección y puesta en valor del edificio principal –zona de protección noreste-, del Monasterio de Santa María la Real situado en la localidad soriana de Santa María de Huerta.
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La Consejería de Cultura y Turismo lleva realizando desde 1999, diversas actuaciones en el Monasterio de Santa María de Huerta desde la redacción del Plan Director, siempre en coordinación y colaboración con la comunidad religiosa que regenta el monasterio.
En la zona noreste del conjunto monacal se han producido históricamente numerosas inundaciones que han afectado al edificio principal y a las construcciones del siglo XVI que se adosaron a los frentes norte y este.
La desaparición de estas últimas y la consecuente elevación de la cota del entorno han agravado los problemas derivados de la presencia de agua en el entorno situado al este del ala capitular del monasterio.
Concretamente se ha detectado una serie de anomalías que deben subsanarse como la acumulación de escombros y rellenos en el exterior de los alzados este y norte del edificio principal; infiltraciones en la base de los muros de la sala de Profundis y la falta de adecuación del entorno, en la que no se aprecian los límites de la edificación original.
Por ello, el objetivo de la intervención es salvaguardar las fábricas del edificio de los efectos de las inundaciones recurrentes que se producen en esta zona del monasterio, al tiempo que poner en valor los restos documentados del hastial del edificio principal.
Las obras que se llevarán a cabo en el monasterio serán el desescombro y limpieza del entorno; la excavación arqueológica del exterior y en el interior de la Sala De Profundis, así como la recuperación de la atarjea principal y eliminación del dique construido en el siglo XX; la creación de vertidos y drenajes hacia la atarjea; la pavimentación exterior anti raíces; la consolidación de restos arqueológicos y por último, la creación de muros de contención.
