La Comunidad roza el millón de trabajadores ocupados
La Comunidad ha alcanzado un total de 997.000 ocupados en el tercer trimestre de 2018, a sólo 3.000 para alcanzar el objetivo de la legislatura de llegar al millón de ocupados.
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Asimismo, la tasa de paro, que llegó al 21 % en 2013, es hoy del 11,3 %, casi diez puntos menos, y más de tres puntos por debajo de la media nacional que se sitúa en el 14,55 %. La tasa de paro en la Comunidad se ha reducido a la mitad en los últimos cinco años.
Según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), durante los peores años de la crisis el paro aumentó en la Comunidad en 162.700 personas reduciéndose en 118.400 parados en los últimos cinco años, lo que supone que el 73 % de los que perdieron su empleo ya lo han recuperado.
Estas cifras muestran una recuperación de empleo 9,5 puntos superior a la media española y sitúan a la Comunidad como la cuarta con mayor porcentaje de personas que han recuperado su puesto de trabajo.
En estos cinco años se han creado 69.000 empleos nuevos, alcanzando un total de 997.000 ocupados, muy cerca de lograr el objetivo de la Junta del millón de ocupados para esta legislatura. Asimismo, el número de parados se ha reducido en 127.000, lo que supone un descenso del 48,25 %, más de cuatro puntos superior a la media de España.
Por otra parte, la tasa de paro, que llegó a casi el 21 % en el tercer trimestre de 2013, es hoy del 11,30 %, casi diez puntos inferior a la de hace cinco años, y más de tres por debajo de la media española, que se sitúa en el 14,55 %. Esto supone que la tasa de paro se ha reducido a casi la mitad en los últimos cinco años.
Por último, los datos de la EPA muestran la creación de empleo de calidad, tres de cada cuatro trabajadores de la Comunidad tienen un contrato indefinido, por encima de la media nacional, y un mayor crecimiento del empleo indefinido que el temporal.
Paro registrado
Los datos del paro registrado correspondientes muestran la misma evolución: en Castilla y León casi el 70 % de las personas que perdieron su empleo durante la crisis lo han recuperado. Entre 2013 y 2018 el paro ha descendido en 92.242 personas tras aumentar en 135.508 trabajadores entre 2007 y 2013. De igual forma, la afiliación a la Seguridad Social se ha incrementado en casi 80.000 personas durante el periodo de recuperación económica.
Por otra parte, teniendo en cuenta los datos del paro registrado de los últimos doce meses, entre los meses de octubre de 2017 y 2018, el número de desempleados se ha reducido en 14.559 personas, con una disminución del 8,99 %, casi un 50 % superior a la experimentada por España, del 6,12 %.
Castilla y León es la comunidad autónoma donde más ha descendido el paro porcentualmente en los últimos doce meses, descenso que se produce en todas las provincias, en todos los sectores y en todos los tramos de edad, con 1.265 jóvenes menos en las listas del paro en el último año y 68 meses consecutivos de descenso interanual entre los menores de 25 años. Asimismo, la afiliación a la Seguridad Social en el último año se ha incrementado en 17.880 afiliados, un dato muy superior a la bajada del paro.
Políticas de futuro
Las perspectivas en materia de crecimiento económico para Castilla y León son positivas: distintas entidades independientes como BBV Research señalan que el crecimiento de la Comunidad se situará en 2019 en el 2,6 %, por encima de la media española y que el empleo se incrementará el 1,6 %, pudiendo reducirse la tasa de paro hasta el 9,9 %. Por su parte, Funcas señala que Castilla y León será la que más crezca en 2018 y 2019, y que el ritmo de ocupados seguirá aumentando.
El consejero de Empleo ha afirmado que “para seguir creando empleo, para que la recuperación llegue a todos los ciudadanos, y para continuar mejorando la calidad en el empleo hay que impulsar políticas que funciones y evitar la aplicación, por parte del Gobierno de España, de políticas que ya condujeron a la recesión económica”.
La mayor preocupación de la Junta es que se inicie un proceso de inestabilidad económica acompañada de una subida de impuestos, así como la toma de decisiones que perjudiquen a sectores productivos de la Comunidad como la minería, la generación térmica eléctrica, la automoción y la agricultura.
