La Universidad de Salamanca entrega honoris causa póstumo a Unamuno
La Universidad de Salamanca ha entregado este miércoles el honoris causa póstumo al profesor e intelectual Miguel de Unamuno, quien fuera su rector tres veces, en desagravio al destierro en Fuerteventura que le impuso Primo de Rivera y del que en febrero se cumplieron cien años.
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Sus nietos, Salomé y Miguel, “los últimos vivos de los seis que Unamuno conoció y tuvo en sus rodillas”, han sido quienes han recogido los atributos tradicionales del nuevo doctor, y Pablo de Unamuno, médico y profesor jubilado de la Universidad de Salamanca, quien ha asumido la defensa de la máxima distinción académica de la USAL, han expresado su agradecimiento por la celebración de este acto, “que de hecho consiste en darle a Unamuno lo que es suyo desde hace un siglo, por decir siempre lo que pensaba, enfrentándose al poder, criticando y condenando su actitud represiva”.
“Este honoris es suyo desde hace un siglo, cuando estaba enfrentándose al poder represivo”, ha manifestado, visiblemente emocionado, Miguel de Unamuno Adarraga, uno de los dos únicos nietos que llegaron a conocerlo y que aún viven.
Su hermana, Salomé de Unamuno Adarraga, ha expresado lo importante que es este reconocimiento para la familia del ex rector, quien alcanzó a conocer a seis nietos de los trece que tuvo.
El más joven de todos, Pablo de Unamuno, ha ejercido de padrino del acto y ha pronunciado la laudatio (el discurso sobre los méritos), una defensa de la libertad de pensamiento de su abuelo, de su compromiso cívico y social, así como de su extensa y completa actividad intelectual.
“No le gustaba que le pusieran etiquetas. Como representante destacado de la generación del 98, era un librepensador, con independencia de los partidos políticos, algo que no lo distanció de la preocupación por el bien colectivo”, ha destacado.
La Universidad de Salamanca fue el único destino de la vida académica de Unamuno, quien priorizó su actividad docente sobre todas las otras y fue rector durante un total de 16 años en tres periodos entre 1900 y 1936, destituido tres veces por los gobernantes del momento.
“Cuando él llega aquí se encuentra una institución dormida, estancada, perezosa. Llega a comentar en una carta: 'a esta universidad se le va todo en comisiones, misas, mascaradas y ceremonias'”, ha recordado su nieto,
En su discurso, el actual rector, Ricardo Rivero, ha afirmado solemnemente que “Unamuno salvó a la Universidad de Salamanca”, al encontrarse una ley que había perjudicado al estudio y había concentrado el doctorado en Madrid
“Hoy reconocemos en esta universidad al más coherente de sus profesores, a su más completo rector, al intelectual de más audacia de su tiempo, rasgos personales que le costarían el destierro y otros muchos pesares, pero que también le hicieron un héroe con mayúsculas y por eso le seguimos recordando”, ha destacado.
“Quizás podría haberse aprobado antes (este honoris), pero ha habido unanimidad y hemos expresado nuestro respeto y admiración a don Miguel hasta el día de hoy”, ha subrayado, en referencia a este reconocimiento, el máximo honor que puede entregar la Universidad, una idea que propusieron a los nietos de Unamuno dos de sus estudiosos: los hispanistas franceses Colette y Jean-Claude Rabaté.