OPINIÓN/ Lo que necesita Soria para garantizar la salud
La concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Soria, María Luisa Muñoz, reflexiona en este artículo sobre lo que necesita Soria para garantizar el derecho a la salud de todos sus habitantes, tras la crisis sanitaria sufrida con la pandemia del coronavirus Covid 19.
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Opinión/ ¿Qué necesita Soria para garantizar el derecho a la salud de todos sus habitantes?
Con frecuencia, cuando pensamos en las carencias de la Sanidad en Soria, tenemos en cuenta las deficiencias en infraestructuras, en medios tecnológicos o en profesionales. Y, siendo totalmente imprescindibles para que la equidad en el acceso a la salud sea una realidad en nuestra provincia, no son suficientes.
Tener unas instalaciones adecuadas, amplias y dignas en el Hospital Santa Bárbara, tras años y años de retrasos, es inaplazable, urgente y no nos lo puede negar nadie. Contar con un edificio moderno y bien dimensionado para el Centro de Salud de Soria Norte y para todos los centros de salud y consultorios provinciales. Dar la relevancia y utilidad que tuvo y que debe volver a tener, sin descartar nuevas funcionalidades, al Hospital Virgen del Mirón. Y dotar de los medios de diagnóstico y tratamiento que precisan muchos pacientes de nuestra provincia, como la radioterapia, son reclamaciones de toda la ciudadanía desde hace años. Pero no debemos conformarnos con ello, hay que ir más allá.
Como desgraciadamente hemos podido constatar en estos meses, haber tenido mejores infraestructuras hospitalarias, mejor dimensionadas y mucho mejor dotadas de personal y medios, probablemente nos hubiera puesto en condiciones diferentes y mejores para afrontar una terrible crisis sanitaria. Eso es innegable.
Si nuestra Atención Primaria no hubiera estado en un estado continuado de debilidad, con planes de reestructuración permanentes que nunca estaban destinados a reforzar sino a disminuir efectivos y capacidades, el desborde de casos Covid19 en domicilios y centros residenciales de mayores no habría tenido las dimensiones que ha tenido.
Si las plantillas de nuestro personal sanitario y no sanitario no hubieran sido desde hace años tan justas o menos que justas, seguro que, con la misma dedicación, entrega y capacidad que han demostrado, su sufrimiento y sacrificio habría sido muchísimo menor.
Pero si, haciendo un gran esfuerzo de imaginación, ninguno de estos hechos hubiera sido así, si hubiéramos tenido cubiertas todas esas carencias, aun nos habrían faltado algunas cosas fundamentales que ahora se han puesto en evidencia.
La primera y fundamental: un Servicio de Salud Pública fuerte, dotado y bien coordinado con el nivel autonómico que, enseguida, habría puesto en marcha protocolos de actuación y medidas preventivas para evitar situaciones de riesgo de contagio intrasanitarias, por disponer de planes de contingencia bien diseñados, establecidos y muy ensayados ante situaciones de emergencia.
La segunda (y no menos importante que su número y suficiencia como ya hemos mencionado): la formación de todos los trabajadores (que en su gran mayoría son trabajadoras), su motivación, su escucha y participación, la eliminación de su precariedad y la mejora de sus retribuciones.
Sin olvidar, porque es un problema y empeora indiscutiblemente la calidad del sistema y sus respuestas, que hay que profesionalizar, en mucha mayor medida, los cargos de dirección y gestión sanitaria mediante concursos centrados en competencias, alejándonos de una vez por todas de las libres designaciones y teniendo en cuenta la composición mayoritaria por mujeres de nuestro personal sanitario. Curiosamente, en nuestra Área Sanitaria nunca ha habido menos mujeres en puestos de gestión como en el momento presente.
Y por último, la tercera: contar con buenas herramientas y sistemas de información, en esta crisis fundamentalmente destinados a la información epidemiológica, pero siempre imprescindibles. Es carencia imperdonable en la época de la "sociedad de la información" de nuestro sistema sanitario soriano y constituye un mal endémico que todos, pacientes y profesionales, sabemos y padecemos.
He pretendido, únicamente, apuntar algunos factores que debemos exigir como sociedad y esa será nuestra manera de no olvidar todo el dolor, toda la angustia y a tantas personas que hemos perdido. Nuestra obligación es ser muy firmes y no, "no puede volver a repetirse".
Fdo: María Luisa Muñoz, concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Soria