El 23 por ciento de niños de familias humildes sufren obesidad
El estudio ALADINO 2019 revela que el 23,2 por ciento de niños de familias con rentas inferiores a 18.000 euros brutos anuales sufre obesidad.
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El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha presentado los resultados del Estudio ALADINO 2019 sobre la Alimentación, Actividad Física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España.
El informe revela que el 23,2 por ciento de niños y niñas de familias con rentas inferiores a 18.000 euros brutos anuales sufre obesidad.
La cifra cae al 11,9 por ciento en el caso de familias con rentas superiores a 30.000 euros.
Garzón ha señalado que la obesidad "es un problema de salud que tiene una causa social" toda vez que afecta a uno de cada cuatro escolares con rentas bajas en España.
El estudio ALADINO -relativo a niños y niñas de entre 6 y 9 años- refleja que un 58,5 por ciento de escolares se sitúa en valores de normopeso mientras que el 0,9 por ciento sufre delgadez y el 40,6 por ciento tiene exceso de peso.
De los niños con exceso de peso, el 23,3 por ciento está en niveles de sobrepeso y el 17,3 por ciento sufre obesidad.
Del análisis por categorías sociales se desprende que las familias con ingresos inferiores a 18.000 euros y cuyos progenitores no tienen estudios superiores ni trabajo remunerado conforman el colectivo más vulnerable al exceso de peso.
Una de las causas es que estos niños tienen peores hábitos alimentarios: acuden más a establecimientos del tipo fast food, toman menos fruta diaria y consumen golosinas con más frecuencia.
Por contra, los menores de familias con rentas superiores a 30.000 euros con estudios universitarios presentan una mayor adherencia a la dieta mediterránea, con un consumo diario de frutas, verduras, legumbres y pescado y donde el aceite de elección es el de oliva.
De otro lado, el estudio muestra que los progenitores de los menores con exceso de peso -que incluye tanto a quienes tienen sobrepeso como a quienes tienen obesidad- no perciben el problema y frecuentemente consideran su peso como normal o sólo como ligero sobrepeso.
El 88,6 por ciento de los padres de escolares con sobrepeso no lo perciben como tal.
La cifra se sitúa en un 42,7 por ciento cuando se trata de obesidad y en el 19,1 por ciento cuando el niño sufre obesidad severa.
En cuanto a la calidad de su alimentación, el informe detalla que un 76,2 por ciento de los escolares ha de mejorarla. Aunque ha aumentado el consumo de fruta respecto a años anteriores, solo un 20,1 por ciento de los escolares la consume habitualmente en el desayuno, mientras que los alimentos que deberían ser ocasionales tales como galletas, pasteles, bollería, batidos, néctares y golosinas se consumen incluso cuatro o más veces por semana, en un porcentaje no desdeñable de escolares.
Ocio sedentario
ALADINO 2019 pone de relieve que el ocio cada vez es más sedentario, especialmente en niños.
Se constata un aumento notable del porcentaje de niños que dedican más de tres horas diarias a ocio sedentario como es el consumo de televisión o consolas.
El porcentaje de niñas que practican horas de actividad física aumenta ligeramente, pero sigue por debajo que el de niños, que no ha mejorado respecto a ediciones anteriores del informe (2011 y 2015).
Según la OMS la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial.
Más de 1.900 millones de personas adultas tienen sobrepeso y, de ellas, 650 millones eran obesas en 2016.
41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos y más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) tenían sobrepeso u obesidad.
Si se mantienen las tendencias actuales, la previsión es llegar a los 70 millones de menores con sobrepeso u obesidad en 2025.